París.- LA AUSENCIA del tricampeón olímpico y cinco veces del orbe, el pinareño Mijaín López, restará brillo a la disputa de los 130 kg en el Campeonato Mundial de Lucha Grecorromana, que concluye hoy en esta ciudad.
Aunque la noticia fue dada a conocer desde hace varios días desde La Habana, y ello calmó un tanto las expectativas de la familia de este deporte, el tema ha estado en escena desde la llegada de nuestra delegación a la Accord Arena.
Los periodistas acreditados preguntan lo inevitable, lo obvio, tomando en cuenta que la temporada avanza y el Gigante de Herradura aún no debuta internacionalmente: ¿Se retira? ¿Está lesionado? ¿Por qué no viajó acá?
Y los reportes de prensa sobre el asunto no se han hecho esperar, expedidos desde acá, con la confirmación de que el legendario gladiador sigue entrenándose en la Isla con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El preparador jefe de la lucha grecorromana cubana, Raúl Trujillo, narró a este reportero que en los salones de entrenamiento y el hotel muchos preguntan por Mijaín, a lo que siempre ha respondido que «está bien y ya lo verán».
En la sala de competencias del palacio de los deportes de Bercy no ha faltado la imagen de Mijaín durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, un detalle de los organizadores que mucho agradecemos los cubanos, al menos.
Mijaín debutó en estas lides en el año 2001, justo cuando Cuba ganó la edición de Patras en este estilo, a lo que él aportó con un sexto lugar muy meritorio.
En 2002 y 2003 el sorteo le deparó inicios muy difíciles y acabó en los puestos 13 y 16, respectivamente.
A partir de entonces, el nuestro nunca más se bajó de los dos primeros escalones del podio, pues se ciñó las coronas en 2005, 2007, 2009, 2010 y 2014, y quedó en plata en las ediciones de 2006, 2011 y 2015.
En el primer año del ciclo olímpico anterior (2013), López dejó de asistir a la fiesta universal de las llaves y los agarres, estrategia que vuelve a aplicar ahora con algo más de sentido, pues cumplió 35 "agostos" el pasado domingo.
En ese período de tanto éxito, Mijaín solo cedió una vez ante el ruso Kasan Baroev y en dos oportunidades frente al turco Riza Kayaalp.
Este último, precisamente, disfruta acá de todo el favoritismo para enriquecer su notable carrera sobre los colchones, que ya incluye dos metales de cada color en citas universales, más un subtítulo y un bronce bajo los cinco aros.
A juicio de este redactor, Kayaalp tiene el camino bastante asequible para llegar al trono, pues se presenta muy renovado el organigrama, al punto de que solo destaca junto a él el estonio Heiki Nabi.
Recordemos que Nabi cayó en la final de Londres 2012 ante Mijaín, pero además tiene tres medallas mundiales, dos de ellas de oro en los 120 kg (2013) y los 96 kg (2006).
Ya veremos si Kayaalp cumple con este pronóstico, que no podrá llevar, para su pesar seguramente, el sabor del desquite sobre el gran Mijaín.
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