La Habana.- LOS SEIS atletas cubanos a participar en los III Juegos Latinoamericanos de Olimpiadas Especiales con sede en Panamá expondrán de nuevo la validez de los programas sociales puestos en práctica por la Revolución.

El grupo de cuatro competidores en atletismo, uno en natación y otro en tenis de mesa fue abanderado hoy en las afueras del coliseo de la Ciudad Deportiva por el presidente del INDER, Dr. C. Antonio Becali Garrido.

Tomás Collazo, de la provincia de Ciego de Ávila y campeón nacional en los últimos Juegos Nacionales, recibió la enseña escoltado por Yaimet Licea (La Habana-atletismo) y Susana Ibáñez (Isla de la Juventud-tenis de mesa).

Luego de ese acto, Ricardo Gómez (Cienfuegos), atleta líder de este movimiento y practicante de tenis de mesa, en el compromiso de todos destacó la disciplina, el cumplimiento de las orientaciones de los entrenadores y acatar las decisiones de los árbitros.

Todos bajo el lema del movimiento “Yo quiero ganar pero si no puedo ser valiente en el intento” estarán en las competiciones entre 21 países anunciados para la lid programada del 21 al 28 próximos en el país centroamericano.

Los otros concursantes serán Yariel García y Lery Martínez, ambos del deporte rey en Pinar del Río, y la nadadora Lizandra Utria, de Camagüey.

En el caso de Gómez asistirá al congreso previo para intervenir en temas importantes a debatir como las experiencias en el deporte unificado en Cuba y el papel de las redes sociales en su difusión.

Marlen Triana, directora nacional de Educación Especial del Ministerio de Educación, declaró a JIT que los atletas tienen «toda la preparación necesaria y trayectoria participativa en los programas locales de sus municipios de pertenencia, así como han competido en todos los eventos realizados para estas personas con discapacidades intelectuales».

La ceremonia tuvo resumen en las palabras de la vicepresidenta del INDER, Gladys Bequer, quien significó el abanderamiento en un día tan señalado para los cubanos, pues el 19 de abril de 1961 el Comandante en Jefe Fidel junto a todo un aguerrido pueblo le propinaron al imperialismo yanqui su primera gran derrota en América Latina.

La directiva aseguró que era un honor y una verdadera muestra de la aplicación de los grandes beneficios de la Revolución desde el primero de enero de 1959 de diversos procesos para ayudar a muchas personas en correspondencia con sus necesidades especiales.