EL MÉTODO “sin carga” de desarrollo de la fuerza muscular se conoce desde hace mucho tiempo.

A. N. Anojin en 1909, y posteriormente I. Proshek, según A. N. Vorobev (1981), propusieron desarrollar la fuerza muscular con una tensión coordinada «a voluntad simultáneamente de los músculos antagonistas, sin la aplicación de carga externa».

Sin embargo, esa variante no fue sometida a comprobación experimental hasta 1967, aunque Kovalik, según A. N. Vorobev (1981), investigó experimentalmente durante años su efectividad.

Fue quien detectó que también es posible ocasionar una considerable tensión muscular sin entrenamiento previo de la tensión simultánea de los músculos antagonistas.

Señaló que en los deportistas más calificados es mayor la tensión muscular y estableció que es más fácil ocasionar la tensión muscular de los miembros superiores que de los miembros inferiores.

Las tensiones “sin carga” resulta útil emplearlas en la gimnasia matutina y en las clases dirigidas a mantener determinado tono muscular.

En cuanto al método de electroestimulación para el desarrollo de la fuerza muscular comencemos por recordar que fue elaborado por el profesor Y. M. Kots (1969), según A. N. Vorobev (1981).

A propósito añádase igualmente que la irritación eléctrica de los músculos se ocasiona mediante impulsos rectangulares con una duración de 10 ms y una frecuencia de 50Hz.

La corriente se selecciona individualmente para cada uno de los atletas y la duración de la irritación ininterrumpida de los músculos es de 10 s.

El intervalo de descanso entre ciclos consecutivos para cada músculo es de 50 s y el número de ciclos por entrenamiento es de 10.

Numerosas investigaciones con deportistas que regularmente han entrenado y sometido a la electroestimulación diferentes grupos musculares demuestran que por lo general tienen éxitos competitivos.

Es indiscutible que la electroestimulación de los músculos, según la metodología elaborada, no ocasiona daño, sino que contribuye al logro de buenos resultados.

Se sobreentiende que este método es necesario analizarlo como auxiliar.

Su utilidad está particularmente demostrada en caso de traumas, cuando resulta imposible entrenar normalmente con la palanqueta y a su vez es imprescindible conservar la forma deportiva.