La Habana.- CONVERTIDO en Colectivo Oro Olímpico y Centro de Investigación Científica cumplirá mañana sus primeros 50 años de fundado el Instituto de Medicina del Deporte (IMD).

El primero es el máximo galardón que otorga el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte (SNTECD). El otro es entregado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

Esos recientes reconocimientos hablan de cuanto representa la institución ideada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

«Son cinco décadas de duro trabajar que nos enorgullecen desde el mismo día en que nuestro invicto Fidel propuso su creación», dijo a JIT el Dr. Jorge Pavel Pino Rivero, su director.

Hablemos de los comienzos.

Desde que Fidel concibió el deporte como derecho del pueblo y proyectó que podíamos convertirnos en una potencia, todo el proceso previo a la inauguración del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) tuvo en cuenta la necesidad de un departamento médico.

Por ello debemos hablar de un sistema que tuvo su origen con el triunfo mismo de la Revolución, cuando la Dirección General de Deportes recibió la misión de concretar esos primeros pasos.

¿Qué caracteriza a ese sistema?

Hay en el país 16 centros y un Laboratorio Antidoping que viene a cerrar el ciclo.

Mil 765 trabajadores entre especialistas en medicina, sicólogos, rehabilitadores, fisiólogos, enfermeros, bioquímicos, nutricionistas y otros, integran el amplio ejército que no solo garantiza servicio asistencial a los atletas, sino también a sus familiares y a vecinos de las zonas donde están enclavadas nuestras unidades.

Hoy la atención se expresa en las más diversas ramas de la medicina.

¿Cuáles sobresalen?

Los 16 tienen una labor estable, pero el de Villa Clara es muy destacado. Allí hace cuatro años ya se forman especialistas en medicina del deporte.

Igual el de Granma, que ostenta la Medalla Jesús Menéndez Larrondo, distinción que otorga el Consejo de Estado a propuesta de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) a colectivos laborales con la condición de Vanguardia Nacional.

Otro con un trabajo digno de mencionar es el de Santiago de Cuba, que como los dos referidos antes ostenta la categoría Oro Olímpico.

Hay otros como los de Cienfuegos, Pinar del Río y el de la capital, igualmente de avanzada.

¿Cuánto representa la mujer dentro de ese sistema?

Constituyen más del 50 por ciento de los profesionales. Por ejemplo, solo en el IMD somos 398 y 205 son féminas.

Ellas aportan resultados importantes, diría que por encima de los hombres.

Como en otros sectores su contribución ha sido vital para hace realidad los logros que se convierten en más compromisos.

¿Cómo se consolidó esa fuerza especializada?

Eso también tiene su historia. Después de creado el Departamento Médico del INDER en 1961, que contaba por aquel entonces con consulta, sillón estomatológico, farmacia, laboratorio y servicio de fisioterapia, todo asistencial, se comienzan a adiestrar los primeros cubanos en el antiguo campo socialista.

Eso permitió crear el 20 de julio de 1966 la especialidad de Medicina del Deporte y la Cultura Física, y con esa fuerza, después, el primero de diciembre de ese año, el IMD.

En 1967 inicia ya en Cuba la formación de especialistas en Medicina del Deporte y en 1970 se gradúan los primeros, abriéndose también el servicio de traumatología del deporte en el Hospital Docente Frank País, el cual se mantiene.

Lógicamente ello se extendió con el surgimiento en 1982 de los centros provinciales, que ya en 1984 habían graduado a 74 especialistas más y recalificado a técnicos en las áreas de desarrollo físico, nutrición, cardiovascular, pruebas ergométricas, fisioterapia, neuromuscular y otras.

¿Cómo complementa todo esto el laboratorio antidoping?

Desde que fue inaugurado por el Comandante en Jefe el 13 de febrero de 2001 ha cumplido su cometido. Él había dicho "Tendremos un moderno y eficiente laboratorio", y aquí está. No solo luchamos contra el dopaje, sino que apoyamos a otras instituciones científicas del país, y organizaciones deportivas de otras naciones, especialmente de América. Con ello tributamos a la lucha contra uno de los perjuicios que sobre la salud provoca el flagelo y crecemos en la eficacia que se espera de la ciencia cubana.

Fíjate el empeño que pone nuestro gobierno que cuando otros cierran, nosotros mantenemos la acreditación pese a constituir un país pequeño y subdesarrollado.

¿Asistencia técnica a otros países?

La medicina del deporte cubana tiene gran prestigio internacional. Tenemos convenios con varios países. Tan solo en Venezuela ascienden a casi 80, y contamos también con ellos en Perú, México, República Dominicana, Argelia, India.

Tenemos convenios con varias universidades de América y hemos impartido cursos y maestrías en varias naciones.

¿Cuál es su expansión como Centro de Investigación Científica?

Entre las prioridades y la estrategia de desarrollo de la institución en general el componente científico es primordial porque primero hay que ser competente y después todo lo demás.

En ese orden contamos con 43 proyectos de investigación y participamos de forma muy activa en todos los eventos científicos del país. El año pasado organizamos el séptimo congreso del IMD, con presencia de más de un centenar de delegados foráneos, y ya está concebido el próximo, de conjunto con el movimiento deportivo en general como parte de la VII Convención de AFIDE. En su marco realizaremos el VIII Congreso Internacional de Medicina Deportiva y el II Simposio Internacional de Control y Educación Antidopaje.

Nuestros profesionales son habituales invitados a certámenes internacionales de todos los niveles, lo mismo en América que en Asia y Europa.

¿Cuál fue el legado del doctor Mario José Granda Fraga?

“Mayito”, como le llamamos, le dedicó su vida al IMD. Su legado es inmenso. También fue el fundador del Laboratorio Antidopaje y constituye fuente de inspiración permanente.

Lamentablemente murió en el 2012, cuando contaba con 57 años. No solo fue nuestro director, sino que está considerado entre  los más prestigiosos expertos en medicina deportiva y en la labor antidoping del mundo.

En el momento de su fallecimiento integraba la Comisión Antidopaje de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), era jefe de su homóloga en el Comité Olímpico Cubano y Secretario en la de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (ODECABE).

Fue profesor de muchos de nosotros, amigo y compañero, y en cada paso que damos valoramos cómo lo habría hecho él.

De lo más reciente...

Como parte de los cambios que tienen lugar en el país, acercando las investigaciones a la producción, logramos una bebida isotónica denominada Ergo Plus, especialmente diseñada para paliar los rigores del alto rendimiento en sus entrenamientos.

Los exámenes de terreno han dejado más del 90 por ciento de criterios positivos en cuanto a su eficacia.

Con su fabricación en Cuba de conjunto con la empresa mixta CORACAN le ahorramos al país alrededor de 100 mil dólares y estamos en condiciones de exportarla.

¿Alguna valoración final?

Felicitar a todos y cada uno de los trabajadores del IMD, y sus colaboradores, que durante este medio siglo han sido parte de los triunfos del movimiento deportivo cubano.

Hoy nos sentimos orgullosos de ser parte de esa familia creada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, con quien tenemos un eterno compromiso y a quien jamás vamos a fallar.

En estos momentos de dolor por su desaparición física, ese compromiso se multiplica, porque es también el padre de la medicina cubana del deporte.