Rápida piscina: La piscina del Estadio Acuático Olímpico en Río de Janeiro ha sido escenario hasta ahora de 19 récords, seis de ellos mundiales, cifra que ratifica la tendencia de que en las Olimpiadas suelen nadar más rápido.

Y la verdad es que asombra la cantidad de marcas que se superan cada cuatro años, por lo que surge la pregunta de qué tienen de especial las piscinas olímpicas si a fin de cuentas están llenas de agua como cualquier otra.

Pero lo cierto es que el líquido no es igual al que encontramos en una tradicional o al de la mayoría de los centros de natación en el mundo.

La consistencia del agua es crucial para lograr nadar más rápido, cita la BBC.

Humilde equipo de rugby: Carceleros, botones y cortadores de caña integraron el equipo de rugby que ganó la primera medalla olímpica en la historia de Fiji en Río 2016.

En febrero, la isla del Pacífico sufrió el paso devastador de un ciclón: 44 personas murieron y más de 40 000 viviendas quedaron destruidas.

Entre los damnificados estaban los miembros de la selección de rugby.

Sin embargo, cuando llegaron a suelo brasileño para ser parte de la cita olímpica, traían una convicción: aprovechar esa oportunidad histórica.

El país conquistó su primera medalla olímpica tras derrotar, en la final del jueves, al equipo del Reino Unido por 43-7.

Era la primera vez que atletas de la isla, que tiene una población de poco más de 900 000 habitantes, subían a un podio olímpico desde que comenzó su participación en 1956.

Phelps en Tokio 2020: El nadador estadounidense Ryan Lochte, séxtuple campeón olímpico, ha afirmado hoy en conferencia de prensa que cree que su compatriota Michael Phelps, máximo medallista de la historia de los Juegos, también competirá en los de Tokio 2020.

"Dijo que se retiraría después de Londres y yo fui la única persona que comentó que volvería. Creo que va a volver (tras Río)", señaló. "Cuando estamos en estos escenarios nos encanta la emoción, el reto. Él quiere superar sus límites", indicó.

Lochte aseguró que quiere que siga porque ayuda a sus rivales a tratar de superarse. "Me gustaría pensar que el equipo de Estados Unidos nos necesita, especialmente a Michael. Ha sido piedra angular del equipo desde 2000. Espero que no lo deje", indicó.

"Después de 2012 él hizo un paréntesis, se tomó un año o dos de descanso y muchas cosas ocurrieron en su vida que le cambiaron. Ese descanso le ayudó porque ha vuelto con más ilusión y fuerza", añadió.

El multimedallista olímpico consideró que los nadadores de su generación y de la de Michael hacen el programa más extenso y duro que hay. "Ahora no se ven nadadores haciendo tantas pruebas en diferentes disciplinas. Nosotros amamos competir y por eso hacemos tantas", dijo.

Serbia y la prórroga: Serbia dio un ejemplo admirable este viernes. Honrando al deporte, y despreciando lo que podría haber sido un comportamiento de lo más humano, abandonarse ante Estados Unidos, la mejor selección del mundo, mucho más después de un 21-5 de salida, exploró sus límites e hizo sudar tinta a los de Kryzwzewski hasta el punto de llegar al último segundo con opciones de forzar la prórroga.

Bogdan Bogdanovic falló con 94-91 un triple que hubiera llevado un partido memorable de los serbios hasta el tiempo extra. La jugada no resultó como pretendía Sasha Djordjevic, el maestro serbio.

Pidió tiempo muerto y planeó la estrategia pero Teodosic, que se había marcado un partidazo como Markovic, Jokic y otros cuantos, no recibió el balón, que fue dando tumbos hasta caer en manos de Bogdanovic. Era, eso sí, un tiro liberado, escribió AS.

Sencillo a primera vista. Los estadounidenses contuvieron la respiración hasta que el aro escupió el balón. Su invulnerabilidad desde el fiasco de Saitama sigue estando a salvo. Veremos hasta cuándo.

Abucheado tras rechazar saludo: El judoca egipcio Islam El Shehaby recibió fuertes abucheos el viernes después de negarse a estrechar la mano de su rival israelí Or Sasson, tras su derrota en la primera ronda, en una seria violación a la ética del judo.

Sasson venció con dos derribos para una victoria automática, aproximadamente a minuto y medio del final del encuentro.

El Shehaby permaneció bocarriba por un momento antes de levantarse para tomar su lugar frente a Sasson en el tatami, ante al réferi; cuando Sasson extendió el brazo, El Shehaby retrocedió y negó con la cabeza.

El réferi le pidió luego que volviera a su lugar y lo obligó a hacer reverencia; este solo se limitó a bajar un poco la cabeza y se rehusó a hacer declaraciones tras el incidente.