Foto: Mónica Ramírez

La Habana.- REPETIR la conquista de una medalla olímpica es sueño que anima a la cubana Oleiny Linares hacia la cita de Bakú, en septiembre venidero, pero la mirada de esta ajedrecista va mucho más allá, y con ese objetivo trabaja.

«No creo que mi meta sea solo eso, quiero un Elo de más de 2 400 puntos y si puedo de 2 500», dijo la Gran Maestra poco después de cerrar su desempeño en el grupo Abierto del Memorial Capablanca.

La cita no le fue favorable, sobre todo en su primera mitad, pues la despidió en el lugar 85 pese a tratarse de una temporada en que ganó su segunda corona nacional y sumó otros buenos resultados.

La plateada de la Olimpiada Mundial de Dresde 2008 tiene 32 años, 22 de ellos dedicados al juego ciencia, y reconoce que el camino todavía es largo y con varios escollos por sortear.

Con tres asistencias a lides de ese tipo (2008, 2010 y 2012) es la cubana de mejores números: 17 victorias, siete tablas y apenas cinco derrotas en 29 partidas, para un 70,7 por ciento de efectividad.

De propósitos, algo de lo sucedido en estos primeros seis meses del 2016 y algo más versó el diálogo sostenido con JITen la sala de análisis del hotel Barceló Solymar-Arenas Blancas tras la última fecha del principal certamen internacional que se organiza en Cuba.

¿Por qué este discreto resultado ahora?

Creo que tenía un poco de presión, no porque sea la campeona de Cuba ni mucho menos, sino porque quieres hacerlo bien. Estuve un mes sin jugar y creo que eso me afectó, y en las tres primeras partidas siempre perdí en una jugada, pasando de una posición igualada a una perdida.

Estaba muy fuera de juego, aunque salí bien de las aperturas. Tal es así que luego logré cuatro puntos en las últimas seis rondas. Se me fue el torneo al principio.

¿Sigue siendo entonces el poco número de torneos un problema para las mujeres en Cuba?

Por supuesto que se necesitan más, a veces trabajamos muchísimo y solo jugamos dos en un año, y así no puedes medir un resultado. Necesitamos más prioridad, y jugar fuera, algo que ahora apenas hacemos.

Recuerdo que hace unos años tuvimos seis jugadoras por encima de los 2 300 puntos Elo, un excelente momento para el ajedrez femenino, y no lo pudimos aprovechar.

¿En lo particular cómo te preparas?

Ahora mismo estoy trabajando sola, no tengo alguien puntual todo el tiempo conmigo, lo que resulta un poco difícil, sobre todo a la hora de controlar si está bien o mal lo que haces.

Hace unos años teníamos al GM Walter Arencibia, ahora estamos tratando de organizar de nuevo el trabajo con el MI Lázaro Bueno. Hemos hecho algunas cosas, pero es muy esporádico, ahora imagino que cuando se integre el equipo olímpico se logre algo más organizado, con más tiempo.

Vayamos precisamente al equipo olímpico, del que eres capitana. Aunque no se ha dado a conocer, es sabido que no estarán dos experimentadas como Sulennis Piña y Lisandra Ordaz. ¿Cómo ves las perspectivas para Bakú?

Aún así será un equipo experimentado y sé que quienes las sustituyan tratarán de suplirlas con calidad. Las muchachas más jóvenes están jugando bien, tienen ideas frescas y lo importante en un torneo por equipos es ganar matches. Hay que hacer una buena estrategia de equipo para lograrlo y ahí estará la clave del resultado.

Si podemos lograr un equipo estratégico eso puede salirnos bien.

¿Luego de unos meses cómo recuerdas el campeonato nacional?

Fue un torneo bastante difícil, todas fuimos muy bien preparadas, creo que fue uno de los torneos de su tipo más largos, con 15 rondas, reñido hasta la última partida, incluso recuerdo que terminé y tuve que preguntar quién había ganado.

Además mi mamá falleció en ese momento y tuve el incentivo de dedicarle el triunfo.

Los títulos entre hombres son siempre una ambición, ¿cómo lo ves en estos momentos?

Tengo dos normas de MI y me propuse hacer el título este año, pero tendré que ver si puedo, porque sobre todo necesito torneos, trabajo y torneos, no parar.

Después de tantos años vinculada al ajedrez con buenos resultados, ¿consideras que estás en una etapa superior?

Estoy madurando, como tomándole la vuelta al ajedrez, creciendo como ajedrecista, en la forma de valorar las posiciones, de ver las posibilidades, creo que ahí he mejorado mucho, pero estoy tratando de hacerlo mejor porque no creo que mi meta sea solo eso, quiero un Elo de más de 2 400 y si puedo de 2 500, y para eso se necesita bastante estudio.

¿Y cómo logras ese tiempo, combinado con tu función de madre?

Es cierto que las niñas me roban mucho tiempo, la más chiquita está empezando y la mayor practica taekwondo, y cuando está conmigo trata de absorberme todo el tiempo. Pero mi esposo me ayuda mucho y solo sé que tengo que dedicarle mucho más al ajedrez a partir de ahora, porque la olimpiada está muy cerca y necesito un “sprint”...