AUNQUE se dice que tales condiciones no son modificables en las fibras musculares, está demostrado que el entrenamiento permite que las rápidas adquieran mayor resistencia para el trabajo aerobio y las lentas eleven su capacidad para el trabajo anaerobio.

Esto debe favorecer el desarrollo de la coordinación intermuscular e intramuscular adecuado, no rompiendo nunca la cadena cinemática, donde el orden de trabajo que prime sea el de los músculos mayores a menores.

En cuanto al aprovechamiento de los efectos residuales de las cargas de fuerza debemos acotar que cada carga de trabajo produce un efecto que disminuye las potencialidades de trabajo, las que se recuperan durante el descanso, según su duración.

La recuperación es variable según diferentes lapsos de descanso y esta diferencia permite dirigir las cargas siguientes hacia una u otra manifestación de la fuerza aprovechando sus llamados efectos residuales.

En la metodología propuesta de cada microciclo al otro se desarrolla la fuerza y además se mantiene la ya alcanzada, aprovechando los efectos residuales de la carga por manifestaciones.

¿Qué tipo de ejercicio es característico de la fuerza explosiva?

Debe ser un ejercicio con acción miométrica y pliométrica, de forma aislada, sin que se produzca un freno articular al final del recorrido, con una duración entre 250-300 milisegundos.

Después del ejercicio hay una recuperación de la fosfocreatina (ATP) aproximadamente a los 30-40 segundos, con niveles adecuados para poder realizar otra repetición.

Otra arista de este tema es el trabajo alternado con ambas extremidades superiores en los ejercicios de fuerza, o sea la bilateralidad.

Deben aplicarse cargas alternadas con ambos brazos y piernas, según sea.

Los ejercicios con el otro brazo o pierna son para aprovechar la propiedad del sistema nervioso central de inducción negativa para acelerar la recuperación del brazo o pierna principal.

Esta propiedad del SNC de inducción negativa a nivel cortical se produce porque al activar otros centros corticales que están implicados pasan a una fase de inhibición.

Así también se provocan los beneficios del fenómeno conocido como “inervación cruzada”, ya que al realizar un trabajo que active un hemisferio se refuerza el del hemisferio contrario.

Ello tiene que ver también con el trabajo de los músculos agonistas, antagonistas, sinergistas y estabilizadores, que se incorporan al trabajo potenciando la recuperación de los músculos implicados.

A propósito, debemos señalar que el sinergismo de fuerza es un elemento complementario y poco abordado en el entrenamiento.