LA TÁCTICA es considerada como el arte de conducir la lucha deportiva. Su desempeño principal es más efectivo al utilizar las fuerzas y las posibilidades de los atletas para lograr una  victoria sobre el contrario.

En los juegos deportivos los términos de táctica y estrategia se confunden y mezclan con regularidad. Para unos son sinónimos y para otros las diferencias son claras entre ambos conceptos. Lo que no se puede negar es la relación existente.

Para el dominio de la táctica es importante que su preparación en la lucha esté dirigida a lograr una victoria, la conducción de los elementos propios del deporte y su ajuste en la ejecución de los mismos.

En los juegos deportivos la preparación táctica general es la asimilación de las bases fundamentales de las reglas, la interacción con los compañeros y los contrarios, y la familiarización con las exigencias de las diferentes competencias. 

La preparación táctica especial es la asimilación práctica de cada elemento táctico, sus variantes y combinaciones, así como la educación del pensamiento táctico.

Con el objetivo de asimilar las bases de la táctica el deportista debe estudiar las tareas principales individuales y colectivas en cada una de las competencias, así como el objetivo a alcanzar en ellas.

La táctica es una parte de la teoría general del entrenamiento deportivo donde la definición teórica resulta muy compleja.

Autores como Rudik, P. A. (1974); Kirkov, D. V. (1975); Weineck, J. (1988); Morales, A. (1995) y Sampedro (1999) coinciden en que la táctica es el comportamiento racional y regulado sobre la propia capacidad de rendimiento del deportista, al combinar de manera inteligente hábitos y habilidades motrices desarrollados de forma individual y colectiva.

Constituye el modo pensado, racionalizado, económico y planificado de utilizar la técnica.

Autores como Harre, D. (1973); Zatsiorski, V. M. (1989); Riera, J. (1995); Morales, A. (1995) y Lindbergh, F. (1999) concuerdan en que es un proceso donde se adquieren conocimientos y habilidades necesarios para tomar decisiones correctas en la conducción del encuentro deportivo y permitan seleccionar la mejor solución en función de las acciones de los oponentes.

García Ucha, F. (2002) considera que es una actividad que permite al deportista expresar de manera íntegra todas sus posibilidades: físicas, técnicas y sicológicas, para alcanzar el mejor resultado en condiciones de competencias.

La especificidad del esfuerzo es necesaria si queremos contemplar mejoras en los aspectos de decisión del juego. Por ello los procesos de entrenamiento deben recoger la naturaleza del esfuerzo físico en competición.

Entendemos, pues, de crucial importancia que en los programas de desarrollo de la toma de decisión se debe tener en cuenta, indefectiblemente, el componente biológico del individuo.

Varios investigadores han expresado sus criterios en relación con este aspecto tan importante de la preparación del deportista. Dorogoichenko, V. I. (1974) considera que está representado por la actividad pensante, siendo esta la actividad organizada del cerebro con la ayuda de la cual se produce el proceso de sensación hacia el mundo objetivo en diferentes formas: relaciones, definiciones, decisiones y teoría.

Dimitriev, A. S. (1964); Egorov, A. S. y Zagriadski V. P. (1973) lo definen por el grado de trabajo que tenga el sistema de centros cerebrales del ser humano.