Michel Enríquez, líder de los Piratas. Foto: José L. Anaya

Gerona.- MAL andan el mánager Víctor Mesa y sus pupilos matanceros.

En la tierra yumurina no se habla más que de béisbol y de la actuación de sus exponentes. También aquí, donde perdieron los dos juegos celebrados en el parque Cristóbal Labra, concluidos 7-6 y 8-5 carreras.

A esta ínsula llegaron igualados a un triunfo tras nocao de los ahora visitantes 11-1 y posterior riposta de los Piratas 4-2.

Pero, ¿por qué se las ven difícil los Cocodrilos?

Víctor ha empleado a 15 lanzadores, de los cuales los que han trabajado en par de ocasiones no lo podrán hacer hoy.

Eso le cierra el círculo y podría apelar al zurdo Yoanni Yera para inciar el crucial pleito dominical. Después tiene muy poco para soportar el embate que se vaticina.

No cuenta con un receptor con nivel para la semifinal. Los tres, el novato Ariel Martínez, Onel Vega y Orlando Arencibia, influyeron con su juego en tres de las cuatro derrotas que acumulan.

Hoy se le imputa a la dirección del equipo no haber tomado un cátcher como refuerzo, teniendo opciones atractivas, entre ellas el espirituano Eriel Sánchez, quien le había jugado el año anterior.

Pero de vuelta a los actuales receptores,  en total a los tres le salieron 37 jugadores al robo y 24 le llegaron en la temporada regular. En la anterior, de 21, le llegaron 17.

Es verdad que perdió a su titular Lázaro Herrera, razón de más para escoger a un consagrado.

Los estadísticos fijan en 63 los peloteros que han integrado la armada más consistente en la temporada, que ha visto obstaculizado su paso arrollador y no solo ahora, sino durante cuatro años, pues no hay que olvidar que suma par de bronces y una plata, del lugar 14 que ocuparon antes de la llegada de Mesa al mando.

Una pequeña comparación entre esos elencos todavía pone en el papel en mejores condiciones a los yumurinos.

Sus serpentineros acumulan en el play off promedio de carreras limpias de 3.11 por 4.89 los de la Isla, y a la defensa tienen una pifia menos, ocho por nueve sus verdugos, pero más costosos.

Como bien comentó un colega en las tertulias beisboleras de todo minuto, el 32, como llaman a Mesa, vive su peor calvario, pues trabajó para besar el trofeo de la 54 Serie Nacional. Todavía está a tiempo, empero, es agónica su vida al pensar que sus peloteros son igual que él en sus días de activo, cuando era uno de los más grandes no solo en Cuba, sino también internacionalmente.

En la acera opuesta, sin dudas los filibusteros de José Luis Rodríguez Pantoja viven un momento histórico. Nadie los dio como favoritos y tuvieron que esperar desde 1998 para traer un play off a su tierra, por ello y más no quieren perder la oportunidad de estar en la finalísima.

Hoy tendrán la oportunidad. De no concretar su sueño, les quedarían dos en el parque Victoria de Girón, de la Atenas de Cuba.

Víctor y sus muchachos están contra la pared, pero los Cocodrilos heridos tienden a dar dentelladas mortales y eso lo saben los isleños.