LA HIPERACTIVIDAD se caracteriza por excesiva intranquilidad, concentración lábil, reducción del tiempo de atención y pobre control de impulsos. Estas características determinan frecuentes dificultades en la conducta y el aprendizaje escolar.

Este trastorno de conducta y/o emocional consiste en el cambio continuo de una actividad a otra, que se manifiesta en una gran intranquilidad, ajena a la voluntad del niño, por lo que no cesa ni disminuye con órdenes dirigidas al pequeño. Esto hace que el niño sea considerado como un "malcriado insoportable", que muchas veces incluso, llega a ser rechazado por los adultos.

La hiperactividad es difícil de controlar debido al trabajo tan agotador que requieren estos niños, que debido a su gran intranquilidad generalmente manifiestan una falta de atención que dificulta su comprensión de lo que se les dice, porque no pueden concentrarse el tiempo necesario para escucharlo.

Esto hace que no realicen bien las actividades, lo que en ocasiones lleva a pensar que no comprenden, y se les achaquen problemas de inteligencia que realmente no tienen.

Es útil que se conozca que el niño hiperactivo puede ser inteligente y, sin embargo, ser incapaz de demostrarlo a causa de su dificultad para atender y concentrarse.

En el tratamiento de la hiperactividad existen diversas actividades, incluidas las que se proponen a continuación:

. Ejercicios para el desarrollo de capacidades físicas

. Juegos

. Actividades musicales y recreativas

. Sistema de ejercicios de la cultura física terapéutica china como los del estilo taiji (taichi) o lo de Qigong (Chikung)

. Psicoterapia individual

. Orientación a progenitores y familiares sobre el manejo de sus hijos en lo que denominamos las Escuelas o Grupos de Padres.