ESTE ES un tema muy discutido en la actualidad y sobre el que no se ha llegado a conclusiones definitivas.

Nuestra experiencia indica que no por empezar más temprano los atletas dedicados a ejercicios con sobrecargas consiguen adelantar sus resultados. 

O sea, los logros deportivos se obtienen a los 20-23 años sin tener en cuenta la fecha de inicio de la práctica de estos ejercicios.

Por el contrario, los que han empezado más temprano también terminan más rápidamente, pues han “quemado” etapas y ello posibilita la aparición de traumas frecuentemente.

Nuestros medallistas olímpicos y mundiales no lo fueron en edades tempranas salvo excepciones, y siempre comenzaron su vida deportiva en otras disciplinas, lo que permite inferir que lo fundamental es la preparación multilateral, multifacética, y no preparación especial.

Los talentos deportivos se dan por excepción y es necesario tener mucho cuidado en su formación, cumpliendo en cada etapa lo que está previsto para la misma y no alterando ni violando los medios y métodos previstos.

EL EXCESO DE CONTROLES BIOLÓGICOS DEL ENTRENAMIENTO

Esta es una tendencia extrema que debe frenarse.

Estos controles biológicos del proceso de entrenamiento deben llegar hasta donde no violen los límites metodológicos permisibles.

El exceso de controles biológicos proviene de países con poco o nulo desarrollo deportivo, donde no existen instituciones formadoras de especialistas profesionales pedagógicos deportivos.

Allí son mayoría los que provienen de la medicina, bioquímica u otras ramas, y quieren conducir el deporte a partir de las mismas, y no utilizando la metodología como el medio más eficaz para alcanzar altos resultados.

Dicho en otras palabas, las ciencias aplicadas son instrumentos importantes cuando se emplean en función del deporte y no al revés, o sea el deporte en función de las ciencias.