Bayamo.- SENDAS ofrendas florales al padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes y al autor del himno cubano Pedrucho Figueredo, fueron clarinada de los festejos aquí por el Juego de las Estrellas de béisbol de la LIV Serie Nacional.

En la ciudad, cuyos moradores prefirieron quemar antes de entregarla al yugo español en el siglo XVIII, glorias del deporte nacional, así como jugadores en activo honraron a los próceres, cuyas estatuas en el parque central de la urbe oriental perpetúan la historia de dos hombres grandes en la memoria cubana.

Luego siguió una ceremonia cultural frente a la que fuera la morada de Céspedes en que canciones convertidas en himnos como La Bayamesa deleitaron a los concurrentes, entre los que reencontraba la secretaria del partido en la provincia Sonia Virgen Pérez.

Danza, coros, grupos musicales y otros remontaron a los visitantes a la época en que nacía la contemporánea sociedad.

Allí el célebre jonronero Alfredo Despaigne, hijo ilustre de la villa, así como el comentarista de Radio Rebelde, Roberto Pacheco recibieron el premio Víctor Montero, en su tercera edición.

Montero fue un mimado de esta ciudad, donde desarrolló su labor pedagógica y de investigador y conferencista, como gran conocedor de la vida y obra de José Martí, y del béisbol nacional, varios de cuyos partidos narró para prestigiosas emisoras locales y nacionales.

Este sábado tendrá lugar, desde las dos de la tarde, el Juego de los veteranos, las pruebas de habilidades y el primer segmento del derby de jonrones, todo  en el engalanado parque Mártires de Barbados.

Para el domingo esta programado –entre otros- el Juego de las Estrellas, la exaltación al Salón de la fama de 10 peloteros, entre los que se encuentran los pinareños Omar Linares y Luis Giraldo Casanova, los santiagueros Orestes Kindelán y Braudilio Vinent y el cienfueguero Antonio Muñoz.

Hace unas pocas horas los ocho elencos que estarán en la segunda fase del campeonato fueron reforzados para comenzar su derrotero el venidero cuatro de enero.