Foto: Ricardo López Hevia, enviado especial de Granma

Veracruz.- ESTUVO a punto de aportar una de las grandes noticias de los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe, pero aun sin lograrlo merece aplausos.

La formación cubana de fútbol le plantó cara a la favorita mexicana, que solo le venció en muerte súbita después de verse al borde de un revés que tocó más de una vez a sus puertas.

Lo sucedido en una de las semifinales disputadas en el estadio Luis “Pirata” Fuente comenzó por generar elogios que pasaron de moderados a mayoritarios para los de la isla, capaces de lucirse en los dos tiempos terminados sin goles.

Las ilusiones de la afición local hicieron crisis cuando Yordan Santa Cruz puso delante a los visitantes al minuto 98, pero hubo vítores y esperanzas renovadas en el 120 gracias a perforación de Raúl López en tiro libre que mandó el duelo a los penales.

Entonces uno y otro elenco validaron un sexteto de disparos cada uno antes que Hedgardo Marín pusiera el marcador 7-6 y Yolexis Collado sintiera que la tierra se abría a sus pies al comprobar como el portero Manuel Lajud tapaba su tiro.

Negado a creerlo, el muchacho quedó paralizado y se cubrió el rostro con las manos en señal de vergüenza deportiva, pero de inmediato recibió abrazos devenidos muestras de apoyo de quienes compartieron con él una batalla épica.

Con su banca menguada por lesiones los antillanos dejaron un claro mensaje de entrega y crecimiento reconocido por colegas y narradores locales, rendidos ante la magia de una selección muy bien proyectada hacia el futuro.

“¡Con sufrimiento, caballero!”, fue el titular utilizado por Televisa. “La selección mexicana sub-21 estuvo al borde de un fracaso tan rotundo como el fuerte de San Juan de Ulúa, pero rescató un partido que se le iba de las manos”, indicó su reporte.

“México sufre para vencer”, consideró El Excélsior poco después de que la transmisión televisiva resaltara al guardameta Sandy Sánchez, autor de varias atajadas, incluido un penalti en el segundo segmento del alargue.

No por gusto la transmisión televisiva, asumida por profesionales muy vinculados al buen balompié, insistió en las virtudes de lo que calificó “una generación llamada a mucho más”.