La Habana.- UNA TARDE especial vivieron hoy las asistentes al primer curso de solidaridad olímpica “La mujer en el deporte”, recibidas por la dirección de la organización que las agrupa desde el 23 de agosto de 1960.
Hasta la sede principal de la FMC se trasladaron las 30 protagonistas del taller y allí, bajo la simbólica presencia de la eterna presidenta Vilma Espín, intercambiaron impresiones y sentimientos.
La secretaria general Teresa Amarelle agradeció la oportunidad y aseguró que el seguimiento a la actividad física y el deporte en la sociedad es tema prioritario en el trabajo que realizan. «Estamos constantemente vinculándonos a mujeres de todos los sectores y en esos encuentros comprobamos cómo se desarrolla esa labor en las comunidades, y los programas que existen en las casas de orientación a la mujer y la familia», explicó ante quienes desempeñan disímiles funciones en sus localidades.
«En todo lo que tenga que ver con las mujeres, con su acceso a derechos e igualdad de oportunidades y posibilidades en los ámbitos en los que actuamos, tiene la federación un trabajo que realizar», aseveró.
El grupo de visitantes incluyó a glorias olímpicas como la reina de la jabalina en Moscú´80 María Caridad Colón y la doble plateada del judo Estela Rodríguez, además de directivas, profesoras y científicas de toda la isla.
Previo al intercambio se recorrieron salones embellecidos con imágenes de Vilma y la colección de muñecas que recibió durante su vida al frente de la institución.
Con su espíritu presente en cada detalle, permanece intacta la oficina que conserva con celo Alicia Imperatori, quien fuera su ayudante personal y se mantiene activa con 102 años cumplidos.
SALDOS MUY POSITIVOS
Aunque el cierre oficial del curso llegará mañana con un encuentro en el centro de alto rendimiento Cerro Pelado, sus organizadoras ya consideran un éxito las experiencias acumuladas desde el lunes.
Así lo afirmó a JIT la doctora en Ciencias Ana María Morales, responsable de la cátedra de la mujer en la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte.
«Pienso que ha sido un espacio abierto, un escenario en el que hemos podido reflexionar y se han tratado temas muy interesantes e importantes sobre la participación, podíamos decir en muchos casos decisiva, de la mujer con la familia y el trabajo en la comunidad», sentenció.
«Ha prevalecido ese amor, ese carisma, esa identificación que tiene la mujer cubana, porque hemos rememorado desde la época precolombina y llegado hasta la Revolución y lo que estamos haciendo en este siglo XXI», asintió satisfecha.
La semana de trabajo tuvo entre sus conferencistas a estudiosas del movimiento deportivo en esferas como la medicina, la sicología y la práctica de algunas disciplinas. La vicepresidenta del INDER Gladys Bequer fue otra de las ponentes en una cita llamada a tener continuidad.
Por eso es válido el sentir de Ana María cuando expresó: «La Cuba de hoy nos pide más y nosotras estamos en disposición de aportarlo. Las experiencias son enriquecedoras, consideramos que las expectativas quedaron cubiertas y esperamos que nuestras voces unidas se oigan en pos de nuevos logros del movimiento deportivo cubano».
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