La Habana.- EL PROPÓSITO de 15 medallas de oro anunciado por directivos del judo cubano rumbo a los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe se corresponde con las realidades actuales en ese contexto, aunque el reto será superarlas.

Del 20 al 23 de noviembre el World Trade Center de Boca de Río recibirá el torneo del arte marcial que apareció en estas lides regionales en la edición de San Juan’66, para los hombres, y la de Santiago de los Caballeros’86 entre las damas.

El dominio de la mayor isla de las Antillas es amplio en el medallero con 91 títulos entre los dos sexos, muy por delante de Venezuela (20) y marcado por primeros lugares mantenidos por sus varones desde Panamá’70 (3-1-1) y por las damas a partir de México’90 (7-1-0).

En el sector varonil ha habido cambios en el número de divisiones, desde un comienzo con seis hasta estabilizarse en ocho (55 kg, 60, 66, 73, 81, 90, 100 y más de 100) con esos pesos en Maracaibo’98, tras cambios adoptados por la Federación Internacional (IJF por siglas en inglés).

Por cierto, en esa ciudad venezolana la escuadra masculina alcanzó la hazaña de llevarse los ocho cetros con Leonides Mena (55), Yordanis Arencibia (60), Manolo Poulot (66), Israel Hernández (73), Gabriel Arteaga (81), Yosvani Despaigne (90), Ihosvany Kessell (100) y Ángel Vladimir Sánchez (más de 100).

Los más laureados con oros son el cubano Isaac Azcuy (4), seguido de un quinteto de compatriotas llegados a tres: José Ibáñez, Frank Moreno, Juan Ferrer Lahera, Hernández y Arencibia.

Las chicas también muestran grandes resultados pero no han podido barrer (Cuba no estuvo en San Salvador’02 y Mayagüez’10), aunque entre México’90 y Cartagena de Indias’06 solo se les escaparon una de las disputadas en el caso de las categorías unificadas y actuales (44, 48, 52, 57, 63, 70, 78 y más de 78).

La legendaria Driulis González acumuló cuatro preseas áureas y una de plata, esta última precisamente en su debut en 1990, en tanto sus compañeras Legna Verdecia y Dayma Beltrán obtuvieron tres, y quien exhibe el total más elevado es la venezolana Giovanna Blanco (3-2-3).

Los dos colectivos de Cuba alcanzaron los premios dorados en el 2006 en ese formato de competencia, iniciado cuatro años antes.

PRONÓSTICOS HACIA LA BATALLA

Al elenco femenino dirigido por el profesor Ronaldo Veitía se le vaticinan seis primeros lugares y dos terceros, algo muy apegado a la realidad, pues en las divisiones de 57 y 70 kilos son menos las posibilidades ante figuras de Colombia.

Si asiste, Yuri Alvear, doble campeona mundial de los 70, exhibirá la etiqueta de favorita, pues le ganó a Onix Cortés por el pase a semifinales en el pasado evento del orbe en Chelíabinsk, donde la antillana concluyó en bronce.

La joven Aliuska Ojeda en 57 tendrá una rival igualmente difícil en la también colombiana Yadinys Amaris, ganadora del oro en la anterior versión del encuentro regional.

Lo mejor se espera de Dayaris Mestre (44), María Celia Laborde (48), Yanet Bermoy (52), Maricet Espinosa o Maylín del Toro (63), Yalegnis Castillo (78) e Idalys Ortiz (más de 78).

De ellas Mestre, Bermoy y Castillo pueden repetir sus liderazgos del 2006, las dos últimas en los pesos inferiores, y en el evento por equipos las sonrisas deben llegar sin problemas como entonces.

El masculino, a cargo del profesor Justo Noda, se plantea similar faena, quizás con más oposición de atletas de Venezuela, México y Colombia.

Con el aval de subcampeón mundial de José Armenteros en los 100 kg y confianza en Yandri Torres (55), Magdiel Estrada (73), Iván Silva (81), Andy Granda (90) y Oscar Brayson (+100), el técnico espera lograr ese empeño.

En el caso de los 60 Janier Peña pudiera discutir con el  ganador de las dos anteriores ocasiones, el venezolano Javier Guédez, como parte de un organigrama en el que seguramente estará además el experimentado mexicano Nabor Castillo.

Aún por decidirse el representante en los 66 entre Gilberto Solar o Ángelo Gómez (plata de los 60 en el 2006), cualquiera de ellos tendrá un duro oponente en los morochos Ricardo Valderrama, titular defensor, y Sergio Mattey.

Así se proyectan las opciones para Veracruz, donde la meta es salir por mejores dividendos.