El debutante lleva de 2-2. Foto: Armando Hernandez

La Habana.- APENAS una igualdad apartó hoy de la perfección el buen paso de los equipos cubanos, airosos por segunda vez en la Olimpiada Mundial de ajedrez de Tromso, en Noruega, donde algunas sorpresas enseñaron el rostro.

Los hombres fueron más eficientes con barrida de 4-0 a costa de un Portugal de menos rango y sin grandes maestros en su nómina, aunque Leinier Domínguez (2 760 puntos Elo) encontró a un bien plantado Paulo Dias (2 416) ante el primer tablero.

El caribeño necesitó mostrar su preparación teórica para imponerse luego de 117 jugadas en final de alfil y torre contra torre y peón, llegado tras una variante Berlinesa de la apertura Española que condujo con piezas blancas.

Fue ese el cotejo más extendido de un match que antes vio salir airosos a Lázaro Bruzón (2 664) contra Jorge Ferreira (2 413), Yuniesky Quesada (2 649) frente a Sergio Rocha (2 392) y Yuri González (2 550) sobre Pedro Filipe Rego (2 273).

Resultó la cuarta ocasión en que los de la isla derrotan a los lusitanos en esos escenarios, aunque nunca lo habían hecho por blanqueada, pues una de las alegrías precedentes se concretó 3-1 y en las otras por la mínima (2,5-1,5).

Cuba también arrolló a Puerto Rico en su debut y acumula cuatro unidades, pues son dos las asignadas a cada serie ganada, y ocupa el cuarto puesto por desempate entre los 36 elencos con igual saldo, encabezados por Francia, Holanda y Alemania.

El certamen abierto, que permite presencia de mujeres, dejó algunos resultados individuales inesperados como el revés del ucraniano Vassily Ivanchuk (2 744) ante Frode Urkedal, líder del segundo equipo local.

Sin embargo los anfitriones no pudieron celebrar a plenitud, porque su ídolo Magnus Carlsen (2 878), número uno del planeta, firmó tablas con el finés Tomi Nyback (2 591) en otro desenlace sorprendente.

En el apartado femenino las antillanas dejaron escapar media unidad cuando Lisandra Ordaz (2 345) pactó la paz con Lenka Ptacnikova (2 273) pese a llevar piezas blancas en el primer puesto del duelo con Islandia.

Pero ya la suerte estaba echada (3,5-0,5) gracias a éxitos de Yaniet Marrero (2 324) contra Hallgerdur Thorsteinsdottir (1 982), Sulennis Piña (2 270) sobre Tinna Kristin Finnbogadottir (1 915) y Yanira Vigoa (2 317) en detrimento de Johanna Bjorg Johannsdottir (1 862).

Ahora son 32 los colectivos con dobles triunfos y por desempate las antillanas se ubican en el decimosegundo escalón de un ordenamiento liderado por China, Rusia y Armenia, en ese orden.

Por cierto esas selecciones fueron implacables verdugos dominicales de Venezuela, Ecuador y Brasil, por ese orden.      

Mañana subirán de tono las exigencias, sobre todo para los hombres, que tendrán mesas por medio a los polacos encabezados por el conocido Radoslaw Wojtaszek (2 735), mientras las muchachas se opongan a las menos complicadas croatas.