La Habana.- UBICARSE entre los 10 primeros es la meta que anima a los cinco Grandes Maestros (GM) integrantes del equipo masculino de Cuba para la Olimpiada Mundial de ajedrez que comienza el sábado en Tromso, Noruega.

La isla escogió una selección encabezada por Leinier Domínguez (2 760 puntos Elo) y Lázaro Bruzón (2 696), quienes enfrentarán sus octavas intervenciones de este tipo llamados a convertirse en pilares del grupo.

De sus liderazgos dependerá mucho el resultado global de un elenco que completan Yuniesky Quesada (2 655), el monarca nacional Isam Ortiz (2 592) y el debutante Yuri González (2 546).

Situados duodécimos en la preclasificación con promedio de 2 676 unidades, tendrán como reto mejorar el puesto 11 conseguido hace dos años en Estambul, aunque siempre será  incentivo acercarse al séptimo de Calviá´04.

«Aunque es una aspiración superior el equipo se encuentra en buen estado, la mayoría ha jugado bastante y creo que tenemos una buena preparación», dijo a JIT el GM Aryam Abreu, elegido como capitán.

«Pensar en un séptimo lugar es ambicioso, pero depende sobre todo del pareo para las últimas rondas, porque un buen resultado en ese momento puede subirte o bajarte», aseguró tras confirmar que el orden de los tableros estará marcado por los coeficientes Elo.

En su opinión esa es la lógica del ordenamiento y responde al real papel que cada cual debe desempeñar para enfrentar las 11 rondas convocadas para la cita, donde ya se inscribieron 178 conjuntos.

Para Leinier el objetivo será enseñar lo máximo de su rango en el más complicado de los puestos, sabedor de lo que significará su contribución.

«El equipo es muy similar al de la olimpiada anterior, todos hemos crecido como jugadores y estamos en mejor momento que entonces, así que creo totalmente alcanzable un lugar entre los 10 primeros», indicó.

Bruzón se mostró en similar sentido y aceptó que le fue beneficiosa la reciente gira de un mes por certámenes de Estados Unidos, donde enfrentó cuatro eventos a un ritmo intenso.

«Al regreso me he dedicado a analizar, a preparar aspectos de la teoría y busco llegar con energías y deseos de jugar. Me siento bien en el terreno técnico y estoy tranquilo», adelantó.

Para Yuniesky fue igualmente provechosa la estancia en suelo norteño, donde se probó en condiciones de agotamiento porque en todos los casos se jugaron par de rondas diarias, y sobre todo aumentó sus horas de juego, un factor casi siempre deficiente en él.

En relación con la que será su sexta intervención dijo sentirse «muy bien» y dijo hablar en nombre de sus compañeros al revelar: «En sentido general todos estamos muy animados, creo que un resultado lógico será entre los 10 primeros».

Yuri aportará la única novedad del conjunto, pero no por eso dejó de confirmarse listo para defender con buenos resultados el papel de suplente.

«Lo más posible es que me utilicen con mayor frecuencia en las primeras rondas, tal vez para dar algo de descanso a Isam que es el que más ha jugado, y aprovechar que en ese segmento debemos enfrentar equipos menos complicados, y después es probable que actúe si alguien no está bien o si estoy en mejor forma», comentó.

Isam es el único que no viajó desde la isla hacia la sede, pues estuvo en el Campeonato Iberoamericano de Linares, España, donde no se mostró del todo bien, pero su accionar no preocupa a los técnicos que le saben un jugador de fuerza.

Hace dos años los cubanos completaron 30,5 puntos con 24 partidas ganadas, 13 tablas y apenas siete derrotas, para un 69,3 por ciento de efectividad.

De por vida las selecciones de la isla, que debutaron en 1939 con José Raúl Capablanca en el primer tablero, suman 923 unidades resultantes de 563 éxitos, 720 divisiones y    401 derrotas.

Actuaciones individuales de los cinco integrantes del actual equipo: