Foto: Alexis del Toro

Holguín.- LA EDICIÓN 50 de los Juegos Escolares Nacionales tuvo una bien concebida celebración en esta urbe, que acogió el torneo de ajedrez.

En el Centro Provincial de Arte, ubicado en el casco histórico de la Ciudad Cubana de los Parques, la cita devino homenaje a los protagonistas de la etapa fundacional de un certamen confirmado como imprescindible para el deporte cubano.

A la justificada atracción que representó la actuación del equipo local se unió el desempeño de un niño vivaracho de la provincia de Artemisa, pequeño de estatura y agudo en sus análisis frente al tablero y fuera del mismo.

Se llama Raynner Amaro Alfonso y con solo 12 años de edad es Maestro FIDE (MF), fruto de su liderazgo en el Campeonato Panamericano por edades efectuado en El Salvador.

Ahora cerró invicto y obtuvo la medalla de bronce entre los defensores de primeros tableros, después del mayabequense Eduardo González y el camagüeyano Carlos Albornoz, otros merecedores de todos los elogios.

Con él conversó JIT en el parque central Calixto García, tras interrumpir con amabilidad un intenso intercambio con colegas de diferentes edades.

«Practico el ajedrez desde que tenía nueve años de edad, con el profesor Jesús García, aunque ahora mi entrenador es el Gran Maestro (GM) Walter Arencibia», explicó.

«Me gusta jugar así, con mucha gente siguiendo la competencia», dijo en relación con el ambiente generado en el escenario de una lid que también le permitió incrementar su grupo de amistades y conocer otra provincia.

«Ha sido un evento muy fuerte, en el que ningún rival fue fácil, algo que me alegra porque he aprendido, como me dice mi profesor Walter», consideró tras reconocer que tanto en la

EIDE Pedro Díaz Coello como en el salón de juego se sintió muy bien atendido.

Los conocedores coinciden en opinar que se trata de una firme promesa, y la humildad que proyecta confirma que mucho habrá que hablar sobre él en lo adelante, tal como ratificó esta vez en una justa elogiada por el comisionado nacional Carlos Rivero.

«Una vez más Holguín se reafirmó como paradigma en la organización de torneos ajedrecísticos, se aprecia una cultura no solo del deporte sino del detalle», enfatizó satisfecho con el magnífico escenario competitivo, la significativa afluencia de público y la combatividad expresada en cada ronda.

«No exagero al afirmar que el futuro del ajedrez en Cuba está garantizado, y lo digo tras asistir a este evento y ser testigo de la calidad de muchas partidas, demostración del buen trabajo en la base, aunque aclaro que no hay razón para dormir sobre laureles», concluyó.

Padres de diferentes provincias cubanas también destacaron las condiciones creadas en la ciudad y la entrega que distinguieron el encuentro.

Tanto en la apertura como en la clausura el homenaje a los fundadores de los Juegos Escolares Nacionales agregó emociones especiales a un encuentro que dejó el buen sabor de lo bien concebido.