La Habana.- ES GUANTANAMERO, se hizo entrenador en Villa Clara y habla con sano orgullo de la impronta de la Escuela Cubana de Boxeo en Sri Lanka, donde fue iniciador de la colaboración de la isla y cumple ahora una segunda estancia.

Jorge Luis Frómeta matriculó en la EIDE santiaguera Orestes Acosta en su curso inaugural (1976-1977) y peleó hasta 1982 sin que la opción de convertirse en preparador le acompañara seriamente desde el principio.

«Sucedió según fui acumulando experiencia por mi relación con este deporte, y cuando estaba en 12 grado decidí que ese iba a ser mi futuro», expresó a JIT durante una jornada del torneo Córdova Cardín acogido por la habanera Ciudad Deportiva.

Estudió la Licenciatura en Cultura Física en Santa Clara y allí desarrolló su vida laboral. La estrenó vinculado a las categorías escolares, pero después le solicitaron atender a los juveniles y ello le amplió los horizontes.

Más tarde dio otro paso en su formación al integrar el claustro de la universidad del deporte radicada en la urbe santaclareña, estuvo con los competidores de élite y le añadió una visión diferente cuando ejerció como comisionado provincial.

Armado de todo ese conocimiento le llegó el llamado a viajar a Sri Lanka, donde estuvo cuatro años y medio desde el 2002, enfrentando las características de una cultura diferente y convenciendo a base de empeño, sabedor del reto asociado al prestigio de Cuba.

Por eso fue muy feliz cuando la nación asiática vivió su primera presencia en Juegos Olímpicos en la cita de Beijing´08, y muestra satisfacción al mencionar que otros cinco compatriotas dieron seguimiento a la labor que retomó ahora. 

Esta vez llegó tras reencontrarse con las funciones como comisionado e incursionar en Mongolia y Serbia y Montenegro, a quien también acompañó en su debut a la fiesta bajo los cinco aros en la versión de Londres´12.

Las autoridades de Sri Lanka, que siempre le reclamaron, han vuelto a recibirle con alegría en medio de acciones proyectadas a largo plazo con muchos componentes de lo aprendido con el mismo Frómeta y sus compañeros.

«Llevo tres meses y encontré un positivo trabajo con escolares y juveniles, diseñado hasta el 2020 a partir de la captación de atletas en diferentes escuelas», explicó.

«Ahora seleccionaron a unos 100 que se sometieron a preparación y topes eliminatorios como resultado de los cuales quedan 32, que estarán en una final programada para julio», agregó.

«De ese evento quedarán los 18 que pasarán al equipo nacional juvenil, lo que permite comprender que han organizado un sistema de detección y desarrollo de talentos», indicó el especialista.

«Es una labor asignada a los entrenadores más experimentados en el trabajo metodológico, a partir de lo transmitido por nosotros, porque además de preparar atletas nos dedicamos a hacer lo mismo con los técnicos», aseguró.

«Podemos decir que lo que se hace hoy es fruto de un programa basado en las características de nuestro sistema deportivo, aplicado en escuelas y los equipos juveniles, de mayores y femenino», sentenció Frómeta.

«Hemos podido hacer entender que es en la base donde se decide la buena formación técnica que facilita el trabajo en el alto rendimiento, a donde ahora llegan más desarrollados para adquirir la maestría», sostuvo.

Aunque necesitó asimilar no pocas particularidades y solicitar una elaboración menos condimentada de los alimentos, este oriental aplatanado en el centro de la isla dice sentirse querido a partir del respeto hacia el quehacer suyo y de quienes le sucedieron.

«Tienen una amplia tradición de boxeo y desde 1920 organizan un torneo que este año adquirió carácter internacional con presencia de 11 países», narró sobre una lid donde sus  alumnos alzaron cinco cetros.

Frómeta recordó que desde su etapa inicial se comunicó en inglés luego de resolver ciertas incomprensiones generadas por diferencias en la pronunciación, al tiempo que sus  pupilos aprendían algo de español.   

Considera positivo que el principal directivo de la empresa que apoya ese deporte allá estuviera ahora en La Habana interesado en explorar vías para más colaboración, y mira con optimismo hacia los juegos de la Commonwealth.  

«Van a ser del 22 de julio al 3 de agosto y pretendemos estar entre los medallistas pese a tratarse de un evento duro por la presencia de países como Inglaterra, que será la sede, Canadá y Australia», adelantó.

«Por eso vinimos al Cardín y a la Copa Roberto Balado», concluyó este hombre que no duda al enfatizar que «el boxeo es parte importante de mi vida» y se empeña a diario en mostrarse a la altura del compromiso asumido.