La Habana (2 feb).- LA NUEVA se ha corrido como pólvora entre los niños y padres de la ciudad: el área deportiva Príncipe del municipio Cerro tiene como profesora de judo nada más y nada menos que la mejor atleta de esa disciplina de todos los tiempos en Cuba, la guantanamera Driulis González.
Desde el lejano reparto Capri, de Arroyo Naranjo, llega todos los días el pequeño Marco Antonio Alfonso, de solo 10 años y estudiante de la escuela primaria Cesáreo Fernández, acompañado por su mamá María Isabel Prieto.
Con poco tiempo entre su salida de clases y el inicio de los entrenamientos a las 5:00 es uno de los casi 40 alumnos de la laureada olímpica y mundial, enrolada ahora en un proyecto comenzado con el inicio del curso escolar.
Con el mismo carisma que tanto la acompañó en su vida como deportista Driulis se ha ganado el cariño de los escolares. Poco antes de comenzar el trabajo el día de nuestra visita Luisito le llevó una flor, el propio Marco Antonio se disculpó por haberse ausentado en jornadas previas por enfermedad y cada uno le dio un beso a la profe.
«Es muy comprensiva con todos y les enseña no solo técnicas y comportamiento, sino que aborda la historia del judo y de Cuba. Cuando Marco Antonio conoció del área por un amiguito del barrio enseguida se interesó y lo apoyamos aunque sea muy lejos», aseguró la madre de este junto al grupo de progenitores que observaban lo ocurrido en el tatami.
«No lo pensamos dos veces. Logramos comprarle un kimono (judogui) en 340 pesos en la casa comisionista y lo traemos todos los días. Creemos firmemente que el esfuerzo vale la pena», aseguró María Isabel.
Con su uniforme azul y cinturón rojo de Cuarto Dan la que un día fue una inquieta figurita en la ciudad del Guaso ahora no solo transmite experiencias y conocimientos sino que también educa a sus alumnos en comportamiento dentro y fuera del área, además de inculcarles interés por el mundo que los rodea.
¿Cómo logras armonizar las tantas inquietudes de esas edades?, indagó JIT.
«No es difícil porque a mí me gusta trabajar con ellos. Claro, debemos tener mucha paciencia, tanto mi activista Pedro José Hernández como yo, y al final ver cómo van avanzando es una gran satisfacción», aseguró la campeona olímpica de Atlanta’96 y titular mundial en Makuhari’95, Birmingham’99 y Río de Janeiro’07.
«Siempre te ves reflejada en ellos y por eso son tan agradables sus progresos. Por ejemplo, ya hemos topado contra los del área Carvajal, también del Cerro, y les ganamos. Para mí fue como si hubiera obtenido otra medalla», dijo sobre sus pupilos de entre seis y 10 años en el conocido sitio cerca del gran estadio Latinoamericano.
Hace un tiempo admiró la labor de su gran amiga y compañera de equipos nacionales Daima Beltrán en un tatami con chicos en la ahora Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Comandante Manuel Fajardo, de donde ambas son egresadas.
«A partir de ahí comprendí lo útil que podíamos ser para encaminar los pasos de ellos y así reciprocar lo hecho con nosotras por quienes algún día nos adentraron en este arte marcial. Siento mucho orgullo y me gustaría llevarlos a otras etapas», declaró con alegría en el rostro.
El cariño de sus discípulos, la comprensión de los padres y el apoyo de muchos han impactado a Driulis lo mismo en las clases que en el acondicionamiento del lugar, incluida una gratificante visita de Marius Vizer, presidente de la Federación Internacional de Judo.
«He sentido la gratitud y el comprometimiento con este proyecto y eso igualmente me da ánimos para seguir adelante», sentenció al concluir el diálogo para seguidamente preparar el grupo para la actividad, que luego del saludo tradicional dio paso a un intercambio en el que Víctor le respondió que Jigoro Kano fue el creador del judo en 1882.
Se trata de un momento que la campeona considera agrega a la enseñanza de ejercicios y técnicas como complemento del espacio espiritual de un horizonte amplio entre el muy intranquilo Maykel, la robusta Lizmary y el pequeñín Christopher, miembros de un diverso mundo de principitos con caracteres propios.
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