La Habana.- LAS CANCHAS del Casino Deportivo mostraron sus mejores galas hace mucho tiempo. Allí se vivieron momentos importantes para el deporte capitalino, en especial durante la época dorada del frontenis en Cuba. Recuperar aquellas imágenes constituye deseo de muchos.

La conocida instalación ocupa la intercepción de la calle Entrada con Avenida de la Ceiba, en el municipio capitalino del Cerro. A su alrededor, una zona residencial que antes de 1959 tenía tintes de exclusividad acoge a un nutrido grupo poblacional que se beneficia del lugar para la práctica de actividades físicas y recreativas.

Actualmente no solo existen allí las conocidas canchas de frontenis, que por cierto cuentan con las medidas oficiales de competencia. En su entorno han surgido además espacios para el minifútbol, el voleibol, el baloncesto y el balonmano.

Una de sus áreas techadas ofrece también alternativas para el desarrollo del boxeo y las luchas, y la idea es ampliar sus capacidades para acoger otros deportes de combate, según comenta el subdirector Carlos Jesús García Reyes, al guiar un recorrido de JIT por la instalación.

La nueva cara de este combinado deportivo se debe a las acciones de reparación que comenzaron hace más de un año. Sin duda se nota la diferencia respecto al pasado, aunque todavía quedan metas importantes por cumplir.

«Por aquí han pasado varias brigadas, pero por necesidades de adelantar otras obras —algunas del propio Inder— hemos estado detenidos. Por eso quedan todavía trabajos pendientes», explica Carlos cerca del pequeño espacio en que se sitúan las oficinas y una sala para la bailoterapia y los ejercicios aerobios.

Ese espacio es el más adelantado del proyecto. Solo se necesita la culminación del sistema eléctrico y algún que otro detalle de lo que se llama la “obra muerta”, pues no requiere de la participación de los constructores.

En el combinado laboran en la actualidad 57 profesores para la atención de 13 deportes y otros programas vinculados a la masividad, como la gimnasia básica, las vías no formales para la educación y el Tai Chi, muy popular entre las personas de la llamada tercera edad.

«La estrategia de la dirección municipal del Inder conduce a convertirnos en referencia dentro de la provincia, teniendo en cuenta la cantidad de especialidades que podremos atender en nuestras instalaciones», asegura el directivo, también árbitro internacional de polo acuático y con 48 años de trabajo en el sector del deporte.

Cinco escuelas de la comunidad, ubicadas en el entorno de las instalaciones, se benefician de las actividades que allí se realizan. Una vez que vuelva a su total funcionamiento se podrá retomar la búsqueda de talentos, algo en lo que han sobresalido los técnicos que allí laboran.

«Siempre hemos trabajado con un efectivo análisis de la comunidad y hay potencial para encontrar futuros deportistas de alto rendimiento. Nos sentimos orgullosos de las promociones que han salido desde nuestro centro hacia la Eide Mártires de Barbados», agrega Carlos.

La reparación y puesta en funcionamiento de nueve aparatos que conforman el gimnasio biosaludable figura entre las tareas pendientes. También falta por completar allí el trazado de las aceras que circundan las canchas de frontenis y permitirán el traslado entre un espacio y otro.

Respecto a las canchas, el subdirector confirma que ya recibieron mejoras en el repello de las paredes y parte de la pintura. «Aquí llegamos a tener entre 2 mil 500 y 3 mil practicantes sistemáticos. Por momentos estudiamos la posibilidad de crear turnos de acceso para evitar aglomeraciones», dice convencido de que con una instalación en mejores condiciones se puede volver a esas cifras.

En la actualidad continúa laborando en el lugar la brigada 2 de la Ecoa 53 y las tareas a futuro abarcan más allá de lo constructivo. Una de esas la apreciamos en nuestra visita, pues el día estaba dedicado al chapeo de las áreas verdes.

Eliecer Castellanos, albañil A, estaba entre los líderes de ese grupo y no dudó en cambiar la pala por el machete. «Este también es mi trabajo. Cuando toca hacerlo lo asumimos como si fuese levantar una pared», dice instantes después de señalar con orgullo las superficies de las canchas terminadas, parte de su labor.

No hay dudas de que en las canchas del Casino Deportivo queda trecho por recorrer, claro, menos que al principio. Su puesta en funcionamiento aportará mucho en una ciudad que vive esta nueva normalidad y ha reabierto las puertas de instalaciones que durante mucho tiempo estuvieron silenciadas.

Identificar nuevos horarios, crear condiciones para que vuelvan a rodar los balones y chocar los guantes de boxeo, absorbe los esfuerzos de trabajadores y directivos. Hacer realidad todo ello debe superar cualquier obstáculo porque el pueblo lo agradecerá.