La Habana.- LA NADADORA capitalina Andrea Becali, líder del equipo cubano de esa disciplina rumbo a los I Juegos Panamericanos Júnior de Cali 2021, está centrada en el mayor compromiso de su carrera deportiva a la fecha.

Una década ha transcurrido desde que iniciara la práctica de este deporte, con siete años. Gracias a su dominio en cada categoría transitó hasta el equipo nacional, al que promovió con apenas 13 “primaveras” de vida.

Tras incursiones en piletas foráneas y un evidente progreso de su rendimiento, la espigada habanera vio detenidos sus sueños y metas en el mismísimo año olímpico, debido a la pandemia de la covid-19.

Sin embargo, no hubo desánimo y enfrentó las dificultades como pudo, tras cerrarse las escuelas nacionales y volver a casa. «Me entrené bajo las indicaciones de la profesora Luisa María Mojarrieta. Nadaba a las 7:00 a. m. en un canal de la costa junto a mi padre, y luego en casa hacía preparación física con ayuda de ligas y TRX, un sistema de entrenamiento basado en ejercicios en suspensión», nos explicó.

¿Y qué ha pasado en 2021?

Me preparé para el circuito europeo Mare Nostrum, mi gran oportunidad de clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Pero por problemas asociados a la pandemia Francia no dio entrada a muchos países con posibilidades de competir. Luego, en agosto, se suspendió el campeonato mundial juvenil que se celebraría en Kazán, Rusia.

¿Cuándo entró nuevamente a la Esfaar Cardín?

El 3 de septiembre pasado. En el Complejo de Piscinas Baraguá cumplimos los 10 días de aislamiento y el 14 inicié la natación.

¿Cómo imagina su deporte en Cali 2021?

Los Juegos serán un medidor a partir de la preparación que hemos podido realizar. Para nosotros serán duros porque dejamos de nadar durante un largo tiempo, mientras los atletas de otros países seguían haciéndolo.

Ya no podemos recuperar este lapso, pero nuestro esfuerzo y dedicación estarán al máximo en cada actuación en Colombia. Saldré a mejorar mis marcas personales y a tratar de llegar a las finales de los eventos que me correspondan.

¿Cuáles serán sus pruebas individuales?

Estoy inscrita en los 100 metros espalda, en que mi cota personal es de 1:04.28 minutos, realizada en Hungría 2019; también en los 200 de ese mismo estilo (2:18.78); en los 200 libre (2:06.65 en Lima 2019) y en los 200 combinado (2:25.12, diciembre de 2019).

¿Las experiencias en Barranquilla 2018 y Lima 2019?

Me encantó asistir. Fueron mis primeros juegos centrocaribeños y panamericanos. Son niveles muy fuertes. 

¿Cuál considera el resultado más destacado de su carrera?

Para todo atleta mejorar sus marcas personales constituye señal de desarrollo deportivo. Con solo 14 años viví la experiencia de romper el récord de 50 metros espalda de Tania Coffiny, que llevaba mucho tiempo vigente. Volver a superarlo en la lid mundial juvenil de Hungría 2019 fue muy importante para mí.

Cuéntanos más sobre esa primacía nacional absoluta…

La primera vez ocurrió en un torneo selectivo celebrado en Lima, en 2018. Nadé la distancia en 30.44 segundos. Al año siguiente, después de los Juegos Panamericanos en Perú, participé en la lid mundial de Budapest y lo mejoré hasta 30.26. En Colombia no se nadará ese evento, por lo cual quedará pendiente para otras competencias.

¿Perspectivas después de Cali 2021?

Debemos participar en el Campeonato Mundial de Piscina de Curso Corto de Dubái, del 16 al 21 de diciembre. Y las metas son prepararme cada día más para mejorar las marcas personales y participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, en los Panamericanos de Santiago de Chile y en otras justas del ciclo olímpico.

¿Qué dicen en casa?

El apoyo de la familia resulta vital. Mis padres son el gran ejemplo y mis hermanas el motor impulsor. Que ellos se sientan felices es mi mayor alegría.