Camagüey.- LA REESTRUCTURACIÓN del Programa Integral de Preparación del Deportista (PIPD), matizado por la incorporación de nuevos contenidos, está entre los saldos de la estrategia aprobada para el desarrollo del beisbol en Cuba.

Aunque las limitaciones impuestas por la covid-19 ha impedido su concreción práctica, ese paso ha tenido en cuenta las exigencias que plantean las etapas del desarrollo morfofuncional del organismo, sin una visión limitada a las categorías competitivas.

Por su importancia, el tema ha sido ponderado en tres de los primeros encuentros diseñados para que autoridades del Inder y este deporte reciban información sobre la implementación del documento resultante del amplio debate popular organizado en 2019.

En Camagüey, tercera parada del recorrido, el director del departamento técnico metodológico de la Dirección General de Alto Rendimiento del Inder, Oscar Nuevo, puntualizó que la prioridad de las modificaciones en los modelos de planificación está centrada en las necesidades y objetivos a trabajar en cada grupo de edades.

«En su conjunto conforman el protocolo de observación de los objetivos pedagógicos para su evaluación integral por categoría», comentó el especialista, quien enfatizó en lo imprescindible de velar por el vencimiento de los elementos técnicos contenidos en los objetivos pedagógicos, por sobre el resultado competitivo.

En tal sentido también han sido aplaudidos cambios en las categorías competitivas, con la aparición de la sub-15 en el eslabón de base (reserva deportiva), en correspondencia con el panorama internacional, y un proyecto nacional para darle salida al control biomédico y sicológico de los atletas, desde la base hasta la élite.

«La clave ahora es que no limitemos la estrategia a un frío instrumento administrativo, sino que realcemos su valor científico dando seguimiento y chequeando sus salidas, que deben sustentarse en normas metodológicas, cronogramas de trabajo, resoluciones y otras acciones para medir su impacto», aseveró Nuevo.

Al amparo de lo construido como parte de este proceso, puso como ejemplo la pertinencia de adecuar el estudio de los patrones somatotípicos en función de las características de las diferentes áreas de juego, y jerarquizar sus resultados en el ámbito de la selección e talentos.

A tono con ese tema, el experto insistió en las ventajas que ofrece el recién renovado convenio Inder-Mined, instrumento jurídico que reconoce como aulas a las áreas dedicadas a la enseñanza deportiva, lo que implica, entre otras cosas, atenderlas a la par de las que acogen las restantes asignaturas.

«Se impone que resulte un documento conocido, estudiado, al alcance de los decisores en cada una de las escuelas, porque lo precisa todo, más allá de la voluntad de alguien, y es necesario estudiarlo a profundidad», afirmó en sesión encabezada por el vicepresidente primero del Inder, Raúl Fornés Valenciano.

Duniesky Pacheco, comisionado provincial, explicó que además del Cándido González, conocido por su prestancia, en Camagüey se recuperaron otros siete estadios aptos para recibir la serie nacional, y destacó el papel asignado a la ciencia en la implementación de la estrategia.

El otro intercambio de este jueves se produjo en Las Tunas, tierra de un equipo estabilizado en la vanguardia del principal espectáculo deportivo del país, donde la pandemia tampoco ha impedido avances, sin que ello signifique desconocer los muchos retos a vencer.

El viernes tocará a Granma y Holguín mostrar cuánto de lo realizable en estos tiempos de covid-19 es ya realidad como respuesta a los mil 16 criterios recibidos hace dos años para construir una proyección que asignó salidas al 95,3 por ciento de esos.