Foto: Calixto N. Llanes

La Habana.- EN BARCELONA 1992 se escuchó por primera y única vez el himno cubano en la premiación del lanzamiento del disco entre mujeres. Repetir esa historia constituye la meta con que mira a los Juegos Olímpicos de Tokio la santiaguera Yaimé Pérez.

A ella y su entrenadora, Hilda Elisa Ramos, les sobran razones para ir tras ese sueño. Un oro en la capital nipona redondearía una vitrina en que ya se colocaron los títulos centrocaribeño, panamericano, mundial y de dos ligas del diamante, por solo hablar de los más encumbrados en el presente cuatrienio.

Las razones se extienden incluso más allá de lo logrado, se basan en el actual trabajo, en el estado de ánimo y sobre todo en la estabilidad enseñada en lo que va de año.

Yaimé lidera el ranking con 67.73 metros, aunque la temporada recién inició y todavía no se compite al aire libre. La mayoría de los registros ubicados en el escalafón mundial pertenecen a justas internas y de preparación, pero igualmente válidas para tener una idea del panorama.

Lo más destacable de Yaimé es la estabilidad tras pasar varios meses de “parón” en los entrenamientos, debido a la pandemia de la COVID-19.

En cuatro confrontaciones nacionales la principal figura del disco en la Isla no tuvo registros por debajo de 60 metros, apenas cometió faltas y confirmó que va muy en serio su propósito de reinar en Tokio. De ese y otros temas conversó JIT con ella y su entrenadora al cierre de una de las jornadas en el Estadio Panamericano.

Antes de 2018 veíamos una Yaimé menos segura cuando se enfrentaba a las competencias.  ¿Ya es un tema eliminado?

En 2018 trabajé mucho con la sicóloga por lo tensa que me sentía en las competencias. Me ayudó y sigue haciéndolo. Todavía realizo esos ejercicios en las competencias y entrenamientos. Ahí está la razón de lo que cambió desde entonces.

¿Se considera la mejor cuando entra al círculo de lanzamiento?

Sentir y creer que soy la mejor es parte de lo necesario para lograr lo que quiero. Todo el mundo quiere ser el mejor y me siento así…  Siempre hay cosas que mejorar, pero tienes que hacerlo consciente de que puedes.

Comete muy pocas faltas… ¿Cuál es la fórmula?

Según pasa la competencia voy mejorando el resultado, pocas veces cometo foul. Es parte de mi manera de lanzar, así como darlo todo en el primer y último lanzamientos.

El récord nacional pertenece a Hilda Elisa, 70.88 metros. ¿Piensa en romperlo?

No puedo pensar en eso… Saldrá. Si estoy en la mejor forma posible llegará, un día el brazo “se me va” y sale… Pero no puedo pensar en eso como la meta, porque me voy a desesperar y no saldrá.

¿Escucharemos el himno cubano en Tokio?

Estoy trabajando para eso. Tengo fe en que se va a escuchar.

HILDA ELISA HABLA DE LO TÉCNICO

¿Tiene preocupación por estas marcas tan al inicio de temporada?

No hay preocupación. No planificamos lanzar 67 metros, el propósito para esta estructura está en el rango de los 65 metros, teniendo en cuenta el tiempo sin entrenar por la pandemia.

Siempre pensé que podía lograr mejores resultados, de ahí lo importante de su nivel actual, porque podemos trabajar en mantenerlo y superarlo en la segunda estructura.

¿Cuánto para la segunda estructura?

Tenemos como objetivo los 69 metros, pero pueden salir más. Los Juegos Olímpicos de Tokio van a ser muy altos, para lograr una medalla tendrá que estar sobre los 69.50 o más.

¿Qué viene para el macro que acabas de empezar?

Algunos detalles técnicos que nos faltan. Con el disco de dos kilogramos quiero que llegue a los 42 metros. En cuanto al ligero, que le ha dado dificultades en otras ocasiones, tiene 75 metros y veremos si logra los 76.

¿Qué ha sido lo fundamental en este cuatrienio?

La fortaleza en el trabajo sicológico, eso ha marcado la diferencia.