La Habana.– DIFÍCIL, por lo que implica la COVID-19, sentirse feliz en aislamiento. Sin embargo, los triatletas cubanos lo intentan con éxito ante el compromiso asumido hacia los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020.

Leslie Amat y los paratriatlonistas Yaumara Casero y Jorge Ulises Calzada no solo se han apoderado de las aguas del Complejo de Piscinas Baraguá, sino también del corazón de las “tías”, tanto que Amat y su entrenador Diosele Fernández quisieran mantenerse allí, aun sin COVID-19.

«Pertenecemos a la Esfaar Cardín, que dirige este Complejo, y tenemos buenas condiciones para nadar, descansar y alimentarnos», dice Amat mientras asiente la “liebre” que le ayuda en los entrenamientos, el prometedor Alejandro Rodríguez, con experiencia en los III Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018.

Amat y Rodríguez, como su entrenador Fernández y el paratriatleta Ulises, son capitalinos. «Siempre hemos nadado aquí, pero no convivíamos como ahora, al menos mi entrenador Diosele, Alejandro y yo, porque Yaumara tiene habitación desde que llegó», expresa sonriente Leslie.

«Los entrenamientos van bien. He avanzado mucho con la ayuda de Kenya, así le decimos a Alejandro, pues es un maratonista nato y sabe mucho sobre correr. Solo esperamos ver cómo se desenvuelven los acontecimientos, pues de clasificar de modo directo la argentina Romina Biagioli, yo estaría prácticamente a las puertas de los juegos olímpicos», amplia.

Ubicada en el puesto 81 del ranking mundial (1 577.76 puntos), y en el 116 de la clasificación olímpica (709.94), Leslie sigue a la gaucha y antecede a la colombiana Lina María Raga (82-1 570.01), de sus más enconadas adversarias.

Una pregunta ocupa a los seguidores de la dedicada y constante atleta: ¿Qué opinión tiene de lo publicado en el sitio web ADN sobre su entrenamiento y las condiciones que posee en Baraguá?

«Es una gran falta de respeto. Nunca le he dado una entrevista. Me contactaron para entrevistarme y no respondí. Tampoco quiero responderle nada. Soy una atleta y como tal puedo elegir a quien dar declaraciones», señaló para cortar por lo sano un tema dejado atrás.

«Mientras ADN Cuba miente, yo entreno con todas las condiciones necesarias desde el Complejo de Piscinas Baraguá, preparándome para el clasificatorio olímpico», fue entonces la respuesta inmediata en su muro de Facebook a la maniobra de descrédito de la mencionada publicación.

YAUMARA Y ULISES

Santiaguera de 19 años, capitalino de 26, Yaumara y Ulises han hecho excepcional dúo bajo la pupila del experimentado Aurelio Romero Santana.

«Esta “burbuja” nos ha venido bien. Es cierto que extrañamos a amigos y familiares, pero como entrenamos fuera del Baraguá la carrera y el ciclismo, sentimos menos el aislamiento», dice ella tras recorrer unos kilómetros en bicicleta, usando una prótesis de prueba en la pierna derecha.

«El profe está a tiempo completo, tenemos la piscina prácticamente para nosotros y en el entrenamiento afuera apenas hay personas en los tramos que hacemos», abunda.

«Juntos entrenamos, juntos vamos al comedor, intercambiamos mucho, especialmente en estos días en que la adaptación a las prótesis es dura, pero voy adelantando, ahorita puedo hasta bailar», expresa mientras sonríe.

«El profe nos exige por igual a los dos. Sentimos el rigor. Yo llevo casi cinco años con él, por lo que nos conocemos bien. Ella solo tres meses. Hemos hecho un buen equipo que tengo la certeza responderá en Tokio, si definitivamente nos dan los wild card», señaló Ulises.

«Hemos aprovechado bien el entrenamiento. Vamos bien, cumpliendo lo planificado. Me siento fuerte y de Mimí (así le dicen a Yaumara) solo esperamos que se adapte totalmente a la prótesis para echar kilómetros para atrás en la carrera y el ciclismo, porque en la natación anda bien, según el profe», concluyó el joven.