La Habana.- LA PRINCIPAL agencia de noticias japonesa, Kyodo News, dio a conocer hoy su más reciente sondeo sobre la opinión popular respecto a los venideros Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio.

Para ello cubrió 715 hogares seleccionados al azar y mil 274 números de teléfono móvil. Logró llegar a 521 y 520 personas, respectivamente. Tenga en cuenta estos números.

Al contabilizar los resultados obtuvo que el 35,3% de los entrevistados pidió la cancelación de los Juegos, mientras el 44,8% consideró que deberían posponerse nuevamente.

La nota publicada en su web no explicó la postura del 19,9% restante, pero podríamos asumir que se inclinó por mantener en fecha (este verano) la más grande cita deportiva del planeta.

Pensar en otra variante negativa de respuesta en el sondeo sería demasiado, mientras que el nivel de abstención (casi siempre mirado con reservas) habría sido declarado de ser apreciable.         

Kyodo News tituló su despacho con la siguiente interpretación de los datos: Alrededor del 80% está a favor de cancelar y posponer los Juegos Olímpicos de Tokio en el verano. Y es cierto, a primera vista.

Pero si de interpretaciones se trata, también pudo ponderarse el hecho de que todavía en medio de la situación actual cerca del 65 % (más exactamente el 64,7) de los encuestados apoya alguna variante de celebración, ya bien en la nueva fecha prevista o más adelante.

Este juicio es clave para las autoridades niponas, quienes aún  enfrentadas a muchas tensiones (económicas, financieras, médicas, políticas) han ratificado que las citas se van a celebrar este año.

Coincidamos en que los días que corren son críticos. Primero porque el rebrote global anunciado se ha hecho realidad, ya bien por el invierno en el hemisferio norte, ya bien por las fiestas de fin de año, ya bien porque la nueva normalidad implica muchos riesgos de contagio.

Reconozcamos que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio siguen en riesgo, pues la enfermedad está lejos de controlarse y la inmunización a través de vacunas llevará tiempo (años quizás), más incluso si su producción y distribución se ve marcada por los nacionalismos y el negocio.

También tengamos en cuenta que Japón vive ahora mismo un incremento de casos de COVID-19, que hace poco vivió un intempestivo cambio de gobierno; que su economía se ha resentido y que el asunto olímpico, extendido más de lo previsto, transita de la ilusión al agobio en la mente de muchos de sus ciudadanos.

En ese ambiente, cualquier sondeo acabaría seguramente en términos negativos hacia los Juegos. Los datos que hoy circulan pudieron haber sido mucho peores.

Pero recordemos, como contraste, que hace apenas unos días los organizadores celebraron que la cifra de reembolsos de entradas había sido menor de lo esperado, lo cual expresaba confianza y deseo alrededor de las justas.

El COI y Tokio 2020 siguen apostando porque la luz se haga el 23 de julio próximo. Pero quizás no ocurra porque el SARS-COV-2 continúe imperando sobre la humanidad. Quizás no volvamos a escuchar el himno olímpico hasta París 2024, lo cual sería tristísimo para los mejores anfitriones de la historia, como ha catalogado a los japoneses el presidente del COI, Thomas Bach.  

Pero hasta que se haga firme alguna de esas definiciones, además de cuidarnos y vacunarnos en cuanto podamos, leamos más profunda y abiertamente los resultados de este tipo de encuestas.