La Habana.- LUEGO de tantos meses de aislamiento por la pandemia de la COVID-19, y de variar la rutina, los integrantes de la preselección nacional de tiro con arco añoran el retorno a su terreno y planifican con objetividad para ese momento.

Aunque no hubo inactividad para la mayoría de los muchachos, sí cambió la manera de prepararse, pues primero tuvieron que adecuarse a las condiciones del hogar y luego a las encontradas en los pequeños grupos en que se dividieron por provincias.

Ahora, cuando el retorno a la nueva normalidad parece más cercano —debe ser en noviembre—, el entrenador Vladimir Quintas comparte con JIT detalles de lo hecho y previsiones para el tiempo que resta antes del torneo preolímpico en marzo de 2021.

«A finales de julio comenzamos a trazar una estrategia porque pensábamos que empezaríamos en agosto. Cuando todo volvió a complicarse la rediseñamos en dependencia de las condiciones que cada atleta tenía», indicó en diálogo facilitado por las redes sociales de internet en tiempos de distanciamiento.

Quintas comentó que según las provincias entraron en diferentes etapas se lograron conformar tres subgrupos de trabajo en Las Tunas, Sancti Spíritus y Pinar del Río. Los más afectados fueron los residentes en La Habana, donde se demoró mucho más el proceso.

«La estructura estaba dirigida a dos momentos diferentes: primero buscar un pico en diciembre y luego una estructura pequeña hasta finales de marzo, que se corresponde con la fecha del torneo preolímpico en Monterrey», aclaró acerca de la planificación.

En las tres subsedes alternativas se contó con la mirada de entrenadores del equipo nacional. «Yo les enviaba la estructura desde acá y ellos organizaban la preparación ajustada a las condiciones de terreno y parapetos», abundó.

Juan Carlos Stevens y Maydenia Sarduy, ambos residentes en la capital, fueron los más afectados por no poder contar con algo similar a lo de sus compañeros en provincias.  «Pero ellos también por su experiencia llegan más rápido a su forma deportiva», aclaró.

Acerca del trabajo inmediato, adelantó que con la reincorporación a la concentración del equipo nacional la idea será darle continuidad a lo hecho hasta el momento. Incluso, comentó que se han realizado test pedagógicos y los resultados están acorde a lo esperado.

«Para las condiciones complejas en que trabajamos estamos satisfechos porque hemos podido hacer algo, y los resultados de los test nos animan. Al menos en el físico se mantienen en el entorno que previmos», afirmó.

El estratega piensa que la deuda será en lo técnico, sobre todo en los disparos a distancia, y que se necesitará ganar en la intensidad de los entrenamientos.

»Lo más importante a precisar será la individualización, porque no todos van a llegar de la misma manera. Terminaríamos con un control en diciembre y una estructura nueva en enero, y trabajaríamos sobre todo cuestiones anaerobias que van a servir de base para todo el objetivo», resumió.

El tiro con arco anivel continental tenía previsto su lid preolímpica en marzo de 2020, y los cubanos planificaron su campeonato élite unas semanas antes como preparación. Al sufrir las suspensiones conocidas cambió toda la realidad y ahora se buscarán las plazas en la ya mencionada cita de Monterrey.