Sancti Spíritus.- HACE años un terrible accidente estuvo a punto de cambiar su vida. De hecho, le dejó secuelas que para otras personas habrían resultado incompatibles con la actividad laboral. Pero eso no existe con Eysbel Zulueta Echemendía.
Futbolista desde niño, portero de equipos espirituanos y luego un enamorado de la recreación. Profesor destacado en esta central provincia en 2018 y 2019, asumió el atípico año 2020 con el mismo entusiasmo de siempre, intentando aprovechar cuanto espacio y tiempo puede, siempre respetando las medidas sanitarias impuestas por el enfrentamiento a la COVID-19.
Funge como profesor en el Combinado Deportivo Julio Antonio Mella, pero además atiende cinco escuelas de diferentes enseñanzas, incluida una para niños sordos, y se ha convertido en el alma de un proyecto en la Circunscripción 59, donde la explanada de “El Rastro” resulta ideal para desarrollar el fútbol callejero y el Baseball5.
«Ahí no molestamos para hacer las actividades. Se trata de un área en que podemos hacer mucho y toda la comunidad lo disfruta, no solo los niños», dice durante un diálogo apurado, pues JIT lo encontró en plena faena y no quisimos robarle demasiado tiempo.
Vinculado al alto rendimiento entre 1978 y 1991, y graduado como Licenciado en Cultura Física en 1993, Eysbel ha trabajado en el ámbito de la recreación turística en los campismos populares y también como rehabilitador. Sin embargo, le fascina la labor en la comunidad.
«Es un programa diferente, la parte más atractiva de la educación física, porque hay que hacerlo todo muy variado, trabajar mucho las diferencias.
»Hay que motivar a los muchachos y eso requiere una constante actualización… Estudio todo el tiempo porque lo principal es lograr que todos se incorporen, no solo los niños, sino también los adultos de la población», explica sobre una profesión que evidentemente es su vida.
Uno de los secretos radica en incluir los juegos tradicionales en sus propuestas. El reto consiste en buscar información sobre esas opciones y adaptarlas a la realidad. También reconoce que otras variantes asentadas en el gusto popular no deben faltar cuando de preparar una actividad se trata.
«Fútbol callejero y Baseball5 atraen mucho. El dominó es el preferido para los adultos, aunque les insisto para que conozcan el go. Ese juego de tablero es muy interesante por la lucha de estrategias que se entabla», abunda acerca de una labor que le mantuvo ocupado durante el reciente verano.
«Algunos días trabajé hasta en tres lugares diferentes, por la mañana, la tarde y la noche», agrega con algo de timidez, pues prefiere que otros hablen de su versatilidad.
El programa de recreación y naturaleza destaca entre los incluidos en su amplio accionar. Visitas dirigidas con grupos de niños al jardín botánico de la ciudad resaltan entre las variantes aplicadas por un hombre que aprendió a admirar la función del maestro desde su niñez.
«Siempre me gustó ser profesor, admiraba a mis entrenadores de fútbol y quise seguir esos pasos. A ellos les contaba problemas que no siempre le confesé a mi padre. Ahora me sucede con los alumnos… Se acercan a pedirme consejos y eso hace más importante mi trabajo», confiesa con orgullo.
Eysbel prefiere no hablar mucho de su accidente, sufrido en Venezuela mientras cumplía misión internacionalista. Las secuelas dejadas por aquel trance fatal son evidentes. Le limitan los movimientos, quizás no puede realizar los ejercicios como antes, pero su amor por la recreación se agrandó y suple cualquier inconveniente.
|