La Habana.- EN EL ámbito del deporte y más aún, en el alto rendimiento, uno de los asuntos más debatidos y reconocidos es la cuestión de la morfología, o sea la estructura y forma del cuerpo de los deportistas exitosos.

¿Hasta qué punto influyen las características corporales en el rendimiento deportivo? ¿Cuánto pueden modificarse la forma, la constitución corporal por efecto del entrenamiento sistemático en un deporte específico?

Estas y otras preguntas de corte similar están en la base de numerosas hipótesis e investigaciones en las ciencias aplicadas al deporte y el entrenamiento, en particular la Morfología Funcional, la Biomecánica, la Antropología biológica; y son la esencia de los estudios de cineantropometría llevados a la práctica del control médico deportivo.

La cineantropometría (cine = movimiento; ántropo = hombre, humano; metría = medición) fue reconocida como ciencia por la comunidad deportiva internacional en 1978, aun cuando sus orígenes se remontan a la antigüedad grecorromana, cuna del movimiento olímpico. Ese año, el Consejo Internacional para el Deporte y la Educación Física de la Unesco la definió como«ciencia que estudia el hombre en movimiento».

Sin duda, cualquier planificación del control médico del entrenamiento, cualquier proceso de selección de talentos deportivos, incluso el pronóstico precompetencia del resultado atlético,  tendrá entre sus consideraciones y tareas la determinación de la estructura, forma y composición corporal de los deportistas. También el seguimiento, la evolución de los cambios presentados en el entrenamiento a largo plazo y durante los procesos de crecimiento y desarrollo, si se trata de niños y adolescentes.

Esto se llevará a cabo tanto individualmente como en comparación con los partners, los contrarios y modelos ideales; es decir, los deportistas de mayor éxito a nivel internacional, que generalmente poseen el perfil cineantropométrico óptimo.

Para abordar estos análisis, la cineantropometría se apoya en tres pilares fundamentales: el somatotipo, la composición y proporcionalidad corporal.

En la presente sinopsis no se  abordarán los referentes teóricos ni las diversas técnicas que permiten el análisis individual, las comparaciones por etapas de entrenamiento y las diferencias entre modalidades deportivas.

Solo se trata de un acercamiento a las posibilidades de aplicación, utilizando el método antropométrico —mediciones del cuerpo total y sus segmentos, mediante procedimientos estandarizados e instrumental específico— y ponderando su importancia para un entrenamiento apoyado sobre bases científicas.

El somatotipo (soma=cuerpo) se define como la descripción numérica de la configuración morfológica presente y actual de un individuo, en el momento de ser estudiado; es la forma corporal externa, expresada en tres cifras que corresponden con los tres componentes del somatotipo: endomorfia, mesomorfia y ectomorfia. Con el agrupamiento típico de  esas  tres cifras se clasifica  el  físico  del individuo.

Endomorfia: se refiere al mayor o menor predominio de la masa grasa relativa del cuerpo; mesomorfia: se refiere al desarrollo osteomuscular relativo, siempre en relación a la estatura del sujeto; ectomorfia: se refiere a la linealidad relativa de los físicos individuales, a partir de la relación entre la masa corporal y la estatura del sujeto.

El estudio de la composición corporal ha sido de gran ayuda para cuantificar el efecto que tiene en la estructura somática un plan dietético o hábitos alimenticios específicos; así mismo, para determinar cuantitativamente el efecto de un plan de entrenamiento, la monitorización de estados de desnutrición, establecer un diagnóstico y clasificar niveles de obesidad, entre otros fines.

Al hablar de composición corporal se establecen segmentaciones del cuerpo en cuanto a sus componentes constituyentes, para lo que existen diversos métodos más o menos sofisticados.

Entre estos últimos se encuentran las mediciones antropométricas, de amplia aplicación en el control del efecto del entrenamiento físico, que brindan información, como mínimo,  sobre la cuantía  proporcional de tejido óseo, muscular y adiposo respecto alamasa corporal total del atleta y sus modificaciones  a lo largo de un ciclo de entrenamiento.

Especialmente importante es el control de la composición corporal en aquellos deportes que compiten por divisiones de peso o los que requieren de una figura corporal determinada para su evaluación competitiva.

En el análisis de la proporcionalidad se  plantea el establecimiento de un prototipo humano, cuyas características antropométricas se consideran como referencia, con  una estatura estándar. Las proporciones del cuerpo humano asumen un papel muy importante en los procedimientos de clasificación del cuerpo humano.

Las proporciones varían según sexo, etnia y edad, y caracterizan a los atletas de cada deporte.  Sus  métodos de estudio han cambiado siguiendo diversas líneas de pensamiento, mas todos se basan en la relación porcentual de las medidas de los distintos segmentos del cuerpo entre sí, o con respecto a la estatura o talla corporal  total.

Todo lo expresado en esta síntesis sobre los tres pilares de la cineantropometría y su aplicación al deporte, tiene como premisas biológicas las siguientes: la interdependencia entre estructura y función; la relación entre el potencial genético y la norma de reacción individual; la influencia de los estímulos ambientales, entre los que destacan la nutrición y la actividad física/entrenamiento deportivo.

Siempre quedará abierta la posibilidad de ampliar estos conceptos, sus fundamentos teóricos, y mostrar ejemplos prácticos de aplicación, tomando como principio que la selección para un deporte específico; la evaluación del rendimiento individual y la explicación del éxito o el fracaso competitivos jamás deberá circunscribirse a la valoración cineantropométrica del atleta, sino que esta se conjuga con la concepción multifactorial del rendimiento deportivo.

*Investigadora y profesora. Instituto de Medicina del Deporte.