Albornoz puede llegar a dos cetros. Foto: Calixto N. Llanes
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La Habana.- COMO es habitual desde hace un tiempo, el año inicia para el ajedrez cubano con la celebración de sus campeonatos nacionales y la consecuente conformación de sus preselecciones élites.
En la actual temporada esos pasos revisten doble importancia, pues los ganadores en uno y otro sexo asegurarán su presencia en los equipos asistentes a la Olimpiada Mundial de Moscú, prevista para principios de agosto.
En las ciudades de Holguín y Villa Clara se realizaron por estos días las etapas semifinales de cada justa, las cuales darán la oportunidad a los más jóvenes de medirse con los establecidos y —por qué no— de soñar con un cetro que en varias ocasiones ha quedado en manos impensadas.
Ese tema, precisamente, mantiene en vilo a los seguidores de este deporte: predecir quiénes serán en esta ocasión los afortunados que llevarán a casa la corona, y descubrir si habrá repeticiones respecto a lo sucedido en 2018.
El camagüeyano Carlos Daniel Albornoz y la santiaguera Oleiny Linares son los campeones defensores. Al igual que los restantes integrantes de la preselección nacional, irán directo a las etapas finales, dos torneos con 12 jugadores por el sistema de todos contra todos.
A ambos les sobra clase para repetir reinados, pero… ¿Serán los afortunados u otros se atravesarán en el camino?
Para ilustrar el panorama revisamos las estadísticas del presente siglo: desde el 2015 no se logra una repetición entre los hombres, y en cuanto a las mujeres el antecedente se ubica más atrás.
El holguinero Isán Ortiz disfrutó reinados seguidos en las ediciones del 2013, 2014 y 2015. Leinier Domínguez y Lázaro Bruzón, los trebejistas más exitosos de la primera década del siglo XXI en la Isla, no pudieron conseguir jamás tres cetros al hilo. Quizás conspiraron sus matches bilaterales.
El güinero ganó en 2002-2003 y luego en 2006, 2012 y 2016. El tunero lo hizo en 2004-2005, 2007, 2009-2010 y por última vez en 2017.
La historia entre mujeres tiene un solo nombre con oros seguidos, mirando apenas desde el 2000: Maritza Arribas.
La gran campeona santiaguera estrenó su primado en 1992 y logró el segundo en 1997. Sin embargo, sus mejores momentos llegaron entre 2001-2004, cuando no dio posibilidades de éxito a nadie. Además resultó la única vencedora de 2007 a 2009.
Oleiny no anda tan lejos de esa cantidad de títulos, tras agenciarse los de 2010, 2016 y 2019. Sin embargo, de lograrlo en este 2020 sería su primera reedición.
Albornoz, recién salido de las filas juveniles, tiene una trayectoria más corta en ese sentido, pero puede llegar a repetir triunfo.
El resto de los confirmados en la cita pueden erigirse como rey y reina, entiéndase Isán, Maritza, Yuri González, Yerisbel Miranda y Lisandra Llaudy. También están Yusnel Bacallao, Yasser Quesada y Lisandra Ordaz, para quienes ganar en casa sigue siendo una asignatura pendiente que desean aprobar en algún momento.
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