Foto: JIT Colaborador
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Camagüey.- HORAS antes de que Camagüey intente igualar la final del béisbol cubano, dominada 3-2 por el ahora visitante Matanzas, su estadio Cándido González muestra un panorama marcado por la multitud que le repletó desde bien temprano y un entusiasmo desbordante.
Aficionados consultados por JIT narraron que las primeras llegadas a las afueras del escenario se produjeron desde anoche y vivieron un claro incremento desde la madrugada de este sábado, a fin de asegurar presencia en unas gradas donde se mezclan música y otras iniciativas.
La fina llovizna que se empeñó en visitar intermitentemente la urbe terminó por ceder en el momento de que redactáramos estas líneas, cuando el astro rey le robó el protagonismo y los especialistas mantenían protegidas las zonas más vulnerables del campo.
Entretanto la ciudad se erige en una gran peña deportiva, que apuesta mayoritariamente por otro desempeño de lujo del joven lanzador Yosimar Cousín para celebrar victoria con que la nómina de casa alargaría el play off a una definición dominical.
Pero Matanzas también tiene defensores aquí, obviamente en minoría, pero armados de mucho entusiasmo y dispuestos a mostrar todo el apoyo a unos Cocodrilos que dejaron excelente imagen al descontar seis de las nueve carreras con que los Toros acuñaron la sonrisa el jueves.
Y los pocos que se declaran más seguidores del disfrute que de un elenco en particular, desean el empate que conduciría a las incrementadas emociones de un séptimo duelo, pero lo que nadie puede poner en duda es que la pasión sacude a unos y otros.
Está claro que otra vez será sobre el terreno donde se diga la última palabra, mas la fiesta está en marcha desde hace varios días y promete otro capítulo para este sábado en que la lucha entre el sol y la lluvia deviene tenso adelanto.
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