La Habana.- AUNQUE se inscribirá como parte de la preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio, Cuba asistirá al Campeonato Mundial de Atletismo Bajo Techo de Nanjing, del 13 al 15 de marzo venidero, con el propósito de repetir dos medallas: una de oro y otra de bronce.
La responsabilidad de tal cometido descansa –según declaraciones de la comisionada nacional Yipsi Moreno– en el saltador de longitud Juan Miguel Echevarría y en la triplista Liadagmis Povea.
Él defenderá su título de Birmingham 2018 y para ella será la primera vez en una cita de este tipo, por lo que la meta propuesta suena ambiciosa pese a sus buenos resultados en el año que cerró hace pocos días.
Povea competirá en la urbe china con 24 años de edad, marca personal de 14,77 metros y tras un 2019 en que se estrenó como medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima. Y si bien es cierto que se esperaba más de su presencia en el Mundial de Doha, lo conseguido avala el criterio de esperar más en esta temporada.
Junto a ellos competirán la experimentada garrochista Yarisley Silva, oro en Sopot 2016; los triplistas Cristian Nápoles y Jordan Díaz; el saltador de altura Luis Enrique Zayas y otro a escoger entre los especialistas de longitud Maikel Massó y Maikel Vidal.
Estos últimos tendrán los meses de enero y febrero para mostrar resultados en los entrenamientos y controles nacionales, momentos que determinarán la elección.
Cuba asistió a la justa anterior con ocho representantes y ocupó el séptimo puesto por países, liderando a Latinoamérica.
En aquella ocasión el bronce se lo agenció Yorgelis Rodríguez, en pentatlón, la gran ausente esta vez. La finalista olímpica de Río de Janeiro 2016 se perdió Lima por una lesión, y aunque ya anda recuperada y entrenando, la estrategia consiste en reservarla para que debute en marzo en la Copa Cuba.
Su preparación continuará al ritmo previsto e intentará asegurar desde el certamen nacional los 6 mil 420 puntos que se exigen como marca mínima para Tokio.
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