La Habana.- DIFÍCIL debut ante Noruega tendrá la selección femenina cubana de balonmano en el campeonato mundial que acogerá la ciudad de Kumamoto, en Japón, del 30 de noviembre al 15 de diciembre próximo.
El equipo, integrante del grupo A, se estrenará en la cita en la fecha inaugural contra un elenco noruego que llega con el aval de haber conquistado la medalla de plata en la edición de 2017.
Además acabó quinto en el torneo europeo de 2018, continente que agrupa a los conjuntos de mejor nivel en el planeta.
El colectivo cubano jugará su segundo duelo ante Serbia el 2 de diciembre y al día siguiente rivalizará contra Holanda, mientras el 5 será oponente de Eslovenia y el 6 cerrará la fase clasificatoria frente a Angola.
Reunirá ese certamen a 24 elencos divididos en cuatro llaves de seis conjuntos cada una, en ronda eliminatoria en la que avanzarán a los octavos de final los cuatro primeros de cada agrupación.
La selección cubana, con la meta de mejorar el lugar 23 conseguido en Dinamarca 2015, está conformada por las porteras Niurkis Mora (capitana), Indiana Cedeño y Danielys Herranz; junto a las laterales Liliamnis Rosabal, Lorena Téllez, Rosa de la Caridad Leal, Lisandra Lusson, Nahomi Márquez y Yennifer Toledo.
También integran la nómina las extremo Schakira Robert, Nahomis Mustelier y Gleinys Reyes; así como las pívot Yunisleidy Camejo y Arisleidy Márquez; y las centrales Eyatne Rizo y Yarumy Céspedes.
Todas esas jugadoras estarán bajo la atenta mirada del director técnico Jorge Coll, en una competencia que otorgará un boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Seis de las balonmanistas de la nación caribeña tienen contratos en el extranjero, como Lusson, Téllez, Camejo y Reyes, quienes juegan en España; en tanto Rizo se desempeña en Francia y Márquez en Italia.
El elenco femenino de Cuba logró su cupo al campeonato mundial en el Torneo Norteamericano y del Caribe que acogió México en junio último, evento en que se llevó la presea dorada y la única plaza disponible.
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