La Habana.- A PESAR de concluir en el lugar decimosexto en la Copa del Mundo de Esgrima Ramón Fonst, celebrada en esta capital, Jaine Hernández nunca integró el equipo principal cubano de este deporte. Hoy, quizás por eso, inculca a sus alumnos que el éxito y el fracaso dependen de ellos mismos.

Jamás le atrajo el turismo, principal fuente de trabajo en su municipio natal, Cárdenas, en Matanzas. Sin embargo,se enamoró del arte de las estocadas a través de la televisión, con solo 10 años de edad.

Después de tres cursos en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar Luis Augusto Turcios Lima, y de otro en la de Perfeccionamiento Atlético (Espa), ingresó al elenco nacional juvenil. Tenía apenas 16 primaveras. Tiempo después, tras un par de años como invitado a la selecciónde mayores, concluyó su carrera activa.

DE ATLETA PROMEDIO A ENTRENADOR DE CAMPEONES

«No era tan mal atleta, solo que la esgrima cubana vivía una época de extraclases. Teníamos a campeones mundiales y de copas del orbe, y a medallistas olímpicos como Iván Trebejo», explica para los lectores de JIT el ahora laureado entrenador de espada.

Nuestro deporte contaba con tiradores como los integrantes del conjunto de espada tercero en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, Australia, liderados por Trebejo. «Esa fue la última vez que escalamos el podio olímpico», recordó el espigado profesor, próximo a cumplir las cuatro décadas de existencia.

Convertido en jefe de entrenadores de esa arma, el máster en ciencias aspiraa encumbrar a sus atletas en las lides individual y por equipos de Tokio 2020. Para eso cuenta con Yunior Reytor, Reinier Henríquez y Luis Enrique Patterson.

Ellos dieron el título a Cuba en el Campeonato Panamericano de Esgrima acogido por Toronto, Canadá, en julio precedente, y también brillaron días después en la cita multideportiva continental de Lima, Perú.

«Siempre lo he dicho: enseño lo que no pude hacer, aquello que me faltó para llegar al equipo nacional, el sueño de todo deportista cubano. Hago esfuerzos para que mis muchachos tengan los recursos que no tuve, a pesar de haber contado con buenos entrenadores como Luis Chiquet, Pedro Enríquez y Jorge Valdés.

»De ese último fui colega de trabajo tiempo después. Me había ido de la esgrima muy poco contento, por las decisiones que se tomaron y sin comprender que el fracaso depende de nosotros mismos. Eso lo asumí años más tarde», aseguró

LA CAPITAL LO ACOGIÓ COMO A HIJO PRÓDIGO

«Estuve alejado un año y medio y no me gustó. Le agradezco mucho al comisionado de esgrima de La Habana, Lázaro Rodríguez, quien fue a casa a pedirme que asumiera la labor en la Espa Provincial.

»Recuerdo que le dije: vamos a hacerlo a prueba… Pero díasdespués, en unos juegos escolares celebrados en Expocuba, se despertó nuevamente el “bichito”. Fui a la Espa y encontré personas que me ayudaron muchísimo. Con los deseos que tenía y el amor por el deporte emprendí mi vida de entrenador», rememoró.

«Los resultados de la espada estaban deprimidos, pero salimos adelante y entonces me propusieron pasar al equipo nacional. Allí estoy soñando con escalar un podio olímpico», expresó quien ya condujo a Yunior Reytor al subcampeonato en la Copa del Mundo de Vancouver, Canadá.

«Este deporte conlleva mucha experiencia y madurez profesional, independientemente de la técnica y el físico. Debes realizar tu esgrima y tener confianza en ti mismo. Son detalles que no teníamos en cuenta antes.

«Pongo el ejemplo de Yunior: la espada favorece la longevidad con calidad. En todos los eventos hay un alto nivel y él, con unas condiciones excepcionales, ha interiorizado esos conceptos. Por su preparación integral tiene que estar entre los 16 mejores del mundo en cualquier competencia a la que acuda», consideró.

«No es mucha la diferencia de calidad que tiene Reytor sobre Reinier o Patterson, quienes no pueden descuidarse, pues otros le siguen los pasos ansiosos por llegar a Tokio 2020», añadió.

BERNA, AHORA O NUNCA

«Ellos forman un gran equipo y esa competencia resulta muy distinta a la individual. Su resultado no indica la calidad de cada uno, pues lo importante es la integración, lograda en las últimas cuatro competencias, lo que nos deja muy optimistas.

»En las últimas copas del mundo en que participamos como equipo iniciamos frente al número uno del ranking, debido a que partimos con cero puntuación por no asistir a los eventos. Eso nos pone contra la pared. Sin embargo, se hizo una estrategia que ha dado los primeros frutos, con los campeonatos logrados en Canadá y Lima», aseveró.

«Hoy estamos ubicados en el puesto 20 del ranking. Así iremos a la Copa del Mundo de Berna del 23 al 25 de noviembre. Allí tendríamos como primer contrincante al asequible Dinamarca y después al ganador entre Italia y Ucrania, conjuntos difíciles, pero no imposibles. Sería fatal no ir a la ciudad suiza, pues volveríamos a quedarnos sin puntos en el ranking», recalcó.

«Para clasificar a Tokio hay que figurar entre los 16 primeros del listado. El objetivo es ubicarnos del ocho al 16 en Berna y repetir lo mismo en una lid similar prevista en enero. Con eso tendremos el boleto en las manos. Insisto, hace 20 años que la espada, y la esgrima en general, no ganan una medalla olímpica», recalcó.

«El primer equipo de América es Estados Unidos y Cuba el segundo. Debemos aprovechar las posibilidades dadas por el Inder y la confianza y apoyo de la comisión nacional», reflexionó.

«Individualmente está latente la posibilidad de clasificar a un atleta, en este caso a Yunior, pues aparece en el puesto 13 del ranking. Su principal adversario en el continente es el venezolano campeón olímpico Rubén Limardo, aunque no tiene que vencerlo para llegar a Japón, sino competir bien», expresó.

RETOMAR LOS RESULTADOS DE ANTAÑO

«Estratégicamente se está haciendo un buen trabajo. El colectivo está unido y no hablo solamente de la espada. Hay talento y figuras con años en las selecciones nacionales que dan pasos firmes y se ven los frutos.

»Discutimos los planes de trabajo. Nos reunimos como comisión técnica, hacemos análisis profundos. Reitero que si aprovechamos la confianza recibida y el momento que viven los atletas podemos hablar de un resurgir de la esgrima cubana», auguró.

«Se había “perdido el rumbo” por falta de armamento, del costoso avituallamiento en general, pero aunque eso persiste sobre todo en la base, se ha paliado con más preparación y confianza en tiradores que han ido madurando.

»Ya definimos quienes asistirán a los preolímpicos rumbo a Tokio en todas las armas. Incluso se trabaja en la estrategia a partir del 2021, con miras al próximo cuatrienio. Así andan las cosas», concluyó.