Lima.- AUNQUE es conquistar el oro lo que más se disfruta, otros motivos también merecen la celebración y eso se aplicó hoy al triple salto de hombres cuando Cuba copó por octava vez en Juegos Panamericanos dos puestos del podio, ahora con Jordan Díaz y Andy Díaz como protagonistas en la cita de Lima 2019. 

Desde la edición Mar del Plata, dos metales siempre han terminado en manos de los saltadores de la Isla, una confirmación de que es la especialidad más consistente en cuanto a resultados, aunque esta vez el estadounidense y campeón olímpico Omar Craddock impuso su ley para llevarse la corona.  

No obstante, encontró la resistencia del jovencito Jordan, quien se situó al frente de la competencia con marca de 17,38 metros que puso a soñar a muchos. Tuvo Craddock que emplearse a fondo y estirarse hasta los 17,42, registro que fue inalcanzable para el campeón olímpico de la juventud en el 2018, mientras que su compañero Andy aseguraba el bronce con salto de 16,83 metros.

«Esto demuestra que el triple cubano sigue siendo un evento clave, el único que aquí se va con dos medallas», coincidieron ambos en asegurar a su paso por la Zona Mixta del Estadio Atlético de la Villa Deportiva Nacional.

Contento Jordan y menos satisfecho Andy, los dos enfrentaron la cita con igual motivación, pero diferentes condiciones. Para el primero, de apenas 18 años, fue la confirmación de que es inmenso el futuro que puede regalarse.

«Creo que me faltó competir más este año en la élite, no pude hacerlo por las molestias que tuve y aunque quería el oro estoy contento por esta, mi primera plata en panamericanos», comentó el siempre desenvuelto Jordan, quien este año tiene récord personal de 17,49 metros y sigue empeñado en batir el registro mundial sub-20, de 17,50.

El campeonato mundial de Doha a finales de septiembre será su próximo momento grande y en él tiene puesta ya la mirada, más ahora en que de alguna manera “rompió” el hielo entre concursantes de mayor rango.

En cuanto a la tradición de dobles medallistas para el triple cubano, las estadísticas precisan que nació en Caracas 1983 con Jorge Reyna de oro y Lázaro Betancourt G. de plata, pero la cadena inenterrumpida se extiende desde Mar del Plata, donde Yoelbi Quesada fue dorado y Yoel García bronceado.

En el resto de la jornada sabatina,  fin del atletismo en la pista, los cubanos no estuvieron acertados, sobre todo un relevo femenino de 4x400 que parecía tener opciones de bronce si hubiera cubierto un mejor tercer tramo con Marelys Alfonso.

La cuarteta apuntó al podio luego de los dos buenos primeros 400 metros defendidos por Zurian Hechavarría y Rose Mary Almanza, quienes la dejaron en el tercera . Roxana Gómez recibió el batón en quinto y logró pasar la meta cuarta para sellar registro de 3:30.89 minutos, pero era demasiada la diferencia.

Estados Unidos se quedó con el oro con 3:26.46 , seguido de Canadá (3:27.01) y Jamaica (3:27.61).

Entre hombres la historia no se pareció en nada. Leonardo Castillo-Leandro Zamora-Raydel Rojas-Yoandys Lescay nunca mostraron posibilidades de un mejor lugar que el quinto conseguido con 3:05.87 minutos.

Colombia marcó 3:01.41 para convertirse en campeón por delante de un Estados Unidos, que no pudo bajar de 3:01.72, y Trinidad y Tobago fue tercero con 3:02.25.

El atletismo cubano se despidió hoy de Lima, porque no tendrá representantes en los 50 kilómetros marcha de mañana, y regaló  un saldo global muy positivo.

En momentos menos ajetreados vendrán otros análisis, pero de manera preliminar destacan varias figuras que inscribieron sus mejores marcas de temporada y en cuanto a medallas cinco oros son suficientes para resaltar la actuación.