Lima.- YARIULVIS Cobas y Aimee Hernández capturaron hoy el título inicial del remo cubano en los XVIII Juegos Panamericanos, un resultado algo inesperado que la primera de las muchachas catalogó como “la chispa” para venideros logros.

La dupla antillana del doble par de remos cortos cruzó la meta en la albufera Medio Mundo, sitio alejado a tres horas de esta capital, con tiempo de 7:10.74 minutos, por delante de las embarcaciones de Estados Unidos (7:12.72) y Argentina (7:18.85).

«Nos preparamos para obtener este título, lo cual llevó mucho sacrificio. Estamos contentas porque prendimos la chispa del remo cubano. Esta medalla no estaba en los pronósticos, pero se logró. Aún tenemos otras competencias y esperamos seguir aportando a la delegación», expresó Cobas.

«Fue muy disputada la competencia, las rivales estaban fuertes, pero gracias a nuestra preparación en la altura pudimos salir adelante e imponernos», destacó Aimee.

Esta pareja reinó hace ocho años en Guadalajara en esta propia modalidad, pero en Toronto 2015 cayó al tercer escaño. Son nuestras únicas reinas en este tipo de bote.

La jornada deparó además las medallas de plata de los hombres en el doble par de remos cortos y el cuatro remos.

En la primera de esas modalidades, Adrián Oquendo y Boris Guerra detuvieron los relojes en 6:27.43 minutos, por detrás del binomio estadounidense (6:25.16) y por delante del brasileño (6:29.72).

En esta lid debieron remar Oquendo y el estelar Ángel Fournier, pero cuestiones estratégicas indicaron preservar a este último para la prueba individual.

«Aspirábamos al oro de todas formas, salimos delante, pero nos alcanzaron. Aún nos quedan dos eventos y vamospor más medallas», expresó Oquendo.

En la urbe canadiense, hace un cuatrienio, dominaron Fournier y Eduardo Rubio.

En la otra prueba plateada, la cuarteta de Eduardo González, Carlos Ajete, Reydi Cardona y Jesús Rodríguez marcó tiempo de 6:09.53 minutos, apenas vencida por la de Argetina (6:07.02). Brasil se llevó el bronce con 6:10.67.

Este viernes continúan las finales en la albufera limeña, con cinco en que Cuba debe ser otra vez protagonista.