Lima.- JORGE Grau sabe muy bien que en el tiro deportivo se gana con la mente en blanco. El ahora, solo existe el ahora. Espantar los “demonios”, “pasar la página”, “borrar el disco duro” es condición ineludible para romper una diana tras otra y escalar el podio.

Y eso mismo hizo hoy en la Pistola Aire a 10 metros para llevarse el título de los XVIII Juegos Panamericanos, con tirada preliminar de 574 unidades y final de 237.3, esta última anotada como récord para la lid debido al nuevo formato de la prueba.

«Desde ayer estaba pensando qué haría si ganaba hoy la competencia. Pero concentrarme en eso no iba a llevarme a ningún lugar. Lo más importante, lo interesante, era centrarme en el trabajo que iba a darme el resultado final», contó con la serenidad que le caracteriza.

En la serie final se mantuvo segundo hasta el disparo 16; al 18 subió a la cima que perdió momentáneamente tras la serie 20. Entonces se “llenó” de aire y escaló hasta la gloria definitiva.

Se dice fácil, pero la tensión es enorme y las diferencias se miden en décimas, mientras círculos azules y verdes expresan en grandes pantallas cuán centrado o no anda el competidor.    

«En ningún momento le presto atención al marcador porque no me va a dar el resultado que deseo. Lo más importante es el trabajo que conduce al premio final», ratificó como si fuera fácil abstraerse de una pizarra tan cercana, del público enardecido, de los sueños personales. Como si asumiera en términos normales, aceptables, que un tiro desviado pueda llevarse en un soplo varios años de entrega y sacrificio.

«Sabía que un resultado cercano a lo hecho hoy en preliminares me pondría en la final. Mi objetivo era disparar sobre 579, pero cuestiones técnicas lo impidieron», reflexionó sin entrar en detalles.

Tocó entonces el turno a los sentimientos: «Estoy contento por el oro y el boleto olímpico, sobre todo porque voy a disparar el mixto con Laina Pérez en Tokio 2020. Es algo importante ya que ofrece otra posibilidad de medalla allí», apuntó trayendo a la escena a su compatriota, reina un día antes en esta misma prueba del sexo femenino.

Curiosamente, este doblete significa toda una novedad para nuestro país, y ya varios acá apuntaron que Laina y Grau son los reyes del aire.  

En cuanto al récord panamericano, el guantanamero sostuvo que no es tan importante, sino «apenas una marca a vencer en cada día y momento».

A sabiendas de la carencia de municiones e instalaciones en la Isla, JIT preguntó sobre el éxito de la estrategia de preparación aplicada… «Las bases en El Salvador, país que hemos tomado como nuestra segunda casa, nos han ayudado mucho, sobre todo por la preparación que ellos han realizado de las instalaciones. Les agradezco infinitamente».

Finalmente, aceptó decir que «confíen en el empeño y sacrificio que muchos atletas hemos puesto esta vez, y sobre todo sigan apoyando a este deporte que es muy importante para Cuba».

Se despidió de camino a una ceremonia de premiación en que se escucharon por segunda vez en este evento las notas del himno nacional. Le acompañaron en el podio el estadounidense Nickolaus Mowrer (236.7) y el brasileño Julio Antonio de Souza (217.3).

El otro cubano en competencia, Guillermo Pías, quedó relegado al lugar 14 con 565 puntos.

Grau buscará ahora la corona en la pistola aire 10 metros modalidad mixta, junto a Laina. Será esa otra ocasión para escribir sobre estas batallas en que solo vale el próximo disparo.