Lima.- AUNQUE aún está muy lejos de acoger la actividad que lo “sacudirá” durante casi un mes, el Centro Principal de Prensa de los XVIII Juegos Panamericanos ya recibe a profesionales de varios países encargados de reseñar la fiesta y sus disímiles aristas.
Ubicado en el cuarto piso del Centro de Convenciones de Lima, está concebido para satisfacer todas las demandas de sus usuarios y se complementa con el punto de embarque para el transporte hacia las instalaciones de competencia, operativo en el nivel número uno.
Un gran salón para 300 periodistas y fotógrafos, espacios diferenciados para comités olímpicos nacionales, salas de conferencia, acceso a internet, zonas para entrevistas y servicios de apoyo tecnológico son parte de las facilidades diseñadas para el recinto, que se replicará a menor escala en todos los escenarios.
Libre de pago, práctica acentuada desde que los brasileños fallaran en el intento de cobrar la conectividad en Río de Janeiro 2007, el “cuartel general” de los reporteros comparte edificio con el centro de transmisiones para radio y televisión, otra pieza clave para la proyección de una lid llamada a llegar a 400 millones de personas.
Vale añadir que la edificación escogida como “corazón” del quehacer de los informadores adquiere un valor agregado por su cercanía a la Villa Nacional, donde se disputarán eventos de alto impacto como atletismo, natación y ciclismo de pista.
Y si ello fuera poco, se trata de una construcción emblemática de la urbe, donde se le considera «hito arquitectónico singular, flexible y tecnológicamente avanzado», además de detonante de la transformación urbana del centro cultural de la nación.
Inaugurado para la Junta de Gobernadores del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional del 2015, abarca una superficie de 86 mil metros cuadrados, 15 mil de ellos destinados a 18 salas multifuncionales de diversa dimensión que pueden garantizar la asistencia de 10 mil personas a eventos simultáneos.
De acuerdo con sus especialistas, prácticamente todas las salas pueden ampliarse o reducirse gracias a los paneles acústicos que las limitan, posibilitando diversas configuraciones espaciales, a tono con la funcionalidad con que se ideó.
Esos y otros detalles convierten al Centro de Convenciones de Lima en un lugar referencial, aunque en breve los encargados de cubrir la más importante justa deportiva del continente dispondrán de muy poco tiempo para detenerse a contemplar tales atractivos y estarán más centrados en que todo funcione para garantizar su labor.
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