La Habana.- ALGUNOS “rechazan” las estadísticas, las consideran demasiado frías y en ocasiones agobiantes, pero resultan imprescindibles cuando de resaltar un hecho o hazaña deportiva se trata.

¿Cómo lograríamos decir que algo es más sobresaliente que otra cosa sin guiarnos por los números? ¿Qué medidor se usaría para confirmar que un resultado pasará a la historia?... en fin que son ayudan a convertir en excepcionales las actuaciones en determinado evento y son parte indisoluble del deporte.

Más fuerza aún toman con la cercanía de las grandes celebraciones, y no serán una excepción los Juegos Panamericanos de Lima, sobre todo en especialidades como el atletismo en que los tiempos y las marcas exigen permanente seguimiento.

No es un registro de metros el hecho que convertirá a Cuba esta vez en el segundo país capaz de sumar un relevante palmarés. Se trata de “doblar” con medalla de oro y plata en una misma prueba por novena ocasión en la historia de estas citas.

De conseguirlo se encargarán las discóbolas Denia Caballero y Yaimé Pérez, quienes salvo algo inesperado deben hacer el 1-2 en su especialidad y llegar a una cifra que solo exhiben antes, dentro del deporte rey, los estadounidenses de la garrocha.

Ellos dominaron el oro y la plata por última vez en el 2003, con Toby Stevenson y Russ Buller, y completaron las nueve ocasiones en que hicieron suyos los dos mejores lugares del podio.

Las discóbolas de la mayor de las Antillas iniciaron la cadena con Carmen Romero y María Cristina Betancourt en Cali 1971, convertidas en una combinación ganadora que luego repitió consecutivamente en México 1975 y San Juan 1979.

En Caracas 1982 no hubo nadie para acompañar el primer reinado de Maritza Martén, pero cuatro años más tarde en Indianápolis 1987 la capitalina repitió titulo con Hilda Eliza Ramos como segunda y se elevó entonces a cuatro la cantidad de “dobletes”.

En La Habana 1991 Bárbara Hechevarría se hizo de la medalla dorada y repitió la plata Hilda Elisa, y en Mar del Plata 1995 regresó a lo más alto Maritza con Bárbara como compañera en el segundo lugar.

Sobrevino un cambio generacional dentro del equipo nacional y con eso una ausencia de premios en las ediciones de Winnipeg 1999 y Santo Domingo 2003, aunque en esta última Anaelys Fernández y Yania Ferrales coparon la plata y el bronce.

El retorno dorado y de paso a los 1-2 cubanos llegó un ciclo después en Río de Janeiro 2007 con Yarelis Barrios y Yania. Yarelis reinó sola en Guadalajara 2011 y una aún muy joven Denia fue tercera.

Toronto 2015 trajo la octava repetición cubana, esta vez con Denia y Yaimé ubicadas en ese orden. Ahora en la capital peruana es casi imposible que no llegue la novena… aunque nadie se atreverá a pronosticar quién será la afortunada en lo más alto.