Lima.- EL AMBIENTE reinante en el aeropuerto internacional Jorge Chávez no deja dudas al recién llegado: tras muchos esfuerzos para destrozar cuestionamientos y dudas la capital de Perú vive intensamente el conteo regresivo hacia los XVIII Juegos Panamericanos.
La amabilidad de voluntarios, carteles lumínicos y de otros formatos, señalizaciones tendientes a facilitar los trámites de quienes llegan para el evento... La fiesta que reunirá a casi siete mil atletas está por comenzar y demanda al máximo a sus organizadores.
La prueba inicial deja buenos saldos, porque revisión de documentos, manejo de equipajes y acceso a las áreas exteriores están bien diseñados. Sin embargo, la cifra de arribos aún no se acerca al clímax de las exigencias, y solo entonces el veredicto será definitivo.
Luego de abandonar la terminal aérea el visitante experimenta cierto contraste, porque el trayecto al centro de la urbe deja la sensación de poco despliegue promocional, pero la realidad vuelve a inclinarse hacia lo positivo en los entornos de las instalaciones.
Es verdad que no pocos limeños aún están más centrados en saborear las mieles del subtítulo alzado en la Copa América de fútbol que en el certamen a inaugurarse el próximo día 26, pero este ocupa destacado espacio en la agenda de los medios y salta a la vista el quehacer de obreros empeñados en sellar el acondicionamiento de los escenarios.
Incluso bajo la lluvia que acrecentó los signos del invierno imperante en esta zona geográfica se impulsan terminaciones vinculadas a la pavimentación de la villa y otros frentes, y el titular del Comité Organizador, Carlos Neuhaus, sentencia que «ya tenemos todo listo».
Simultáneamente comienzan a aplicarse restricciones ajustadas a la necesidad de carriles exclusivos que permitan pasar sobre la saturación vehicular que hace interminables no pocos traslados en una ciudad de más de 10 millones de habitantes.
Sumado a ese propósito crece la tendencia a asignar vacaciones durante el período de la justa, cuyas jornadas iniciales se insertarán en las celebraciones patrióticas por la independencia de la República, conocidas como Fiestas Patrias, igualmente generadoras de asuetos.
Por otra parte, crece el volumen de efectivos llamados a garantizar seguridad, otra arista que preocupa, y el paso de la antorcha panamericana ya sumó a localidades como Cusco, Arequipa y Ayacucho, siempre al compás de danzas y otras expresiones de cultura popular.
Como se sabe, el punto culminante de la llama encendida en la ciudad mexicana de Teotihuacán será la ceremonia de apertura convocada para el Estadio Nacional, donde actuarán figuras conocidas como Luis Fonsi, Juan Diego Flores y Gianmarco.
La nota conclusiva llegará con el adiós, el 11 de agosto, pero hay razones para el optimismo y ojalá los pronósticos de una cita fría y carente de sol queden sepultados por lo feliz de su balance final.
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