La Habana.- UNA TARDE cargada de simbolismo y compromiso vivieron los equipos cubanos de balonmano que asistirán a los Juegos Panamericanos de Lima, los cuales recibieron el gallardete de listos en el Instituto Técnico Militar José Martí (ITM), sitio lleno de historia en cada uno de sus rincones. 

Subir a los aviones de combate en que estudian los futuros ingenieros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, conocer la tesis de grado defendida allí por el actual presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y recorrer la habitación que durante cuatro años ocupara el estudiante Fidel Castro Ruz aportó mayor responsabilidad ante el reto que se asumirá en la capital peruana.

Así lo sintieron los miembros del grupo que recibió de manos del coronel Manuel Osoria Neira, director del ITM, la bandera que les acompañará en cada partido y que regresará a la Patria luego de haber presenciado entrega y coraje, pues ese fue el compromiso plasmado esta tarde.

La capitana del equipo femenino, Niurka Moras, recibió la bandera en sencilla ceremonia, poco antes de que Yanquier Cruzata y Eyanis Rizo depositaran una ofrenda floral ante el busto del Héroe Nacional José Martí, y de que el actor Jorge Ryan con su motivadora manera de declamar instara a cantar el Himno de Bayamo.

La carismática Yunisleidys Camejo expresó además la decisión de los balonmanistas de luchar en cada escenario con el valor y la dignidad que lo hicieron antes héroes y mártires de la Patria, y de cumplir con las metas que llevan a Lima.

«Y nos tocará también superarnos, como lo hiciera nuestro Comandante en Jefe, al asegurar que con 12 hombres y siete fusiles ganaría la guerra», ratificó Camejo, frente a un auditorio en que estaba presente al presidente del Inder, Osvaldo Vento Montiller, junto a otros dirigentes del deporte que también disfrutaron de la jornada en el antiguo Colegio de Belén.

«Vamos a Lima a mejorar los resultados de Toronto, pero sobre todo regresaremos a nuestra Patria con la medalla del honor y la dignidad como mejor regalo a nuestro pueblo aguerrido y al 93 aniversario del natalicio de nuestro querido Fidel», expresó el directivo.

Y precisamente fue del Deportista Mayor, nuestro Comandante en Jefe, el recuerdo más presente en cada escena de las presenciadas en una instalación donde tampoco falta el respeto a Martí desde la misma entrada, con el Monumento a la Bandera, o desde la gigantesca fotografía de su escultura sobre un caballo embravecido.

En una mezcla perfecta de historia, recordando el camino que otros transitaron para lograr la sociedad que hoy tenemos, y la fidelidad al deporte que les ha formado, los balonmanistas cubanos confirmaron su compromiso para Lima y dejaron en manos de Vento el libro de firmas, prueba de que irán dispuestos a subir al podio y aportar el máximo a la delegación cubana.