La Habana.- TAN DESENVUELTO como en su andar sobre la carrilera de saltos, el triplista cubano Jordan Díaz no teme conversar con los periodistas. Sonríe, confiesa lo que siente y habla de sus sueños como el más experimentado de los atletas.

Capitalino, de 18 años y con una progresión que muchos envidiarían, fue campeón mundial entre cadetes, repitió esa corona como sub-20 y luego se convirtió en titular olímpico de la juventud, Además, fue medallista de plata en la que fue su primera cita multideportiva: los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.

Pero ahora, ya cerca de los Juegos Panamericanos de Lima, sabe que subirán las exigencias, pues se enfrentará a un escenario desconocido y mucho más “bullicioso”. Sn embargo, asegura que se  encuentra listo para el reto.

«Soy un luchador y voy a competir con quien sea…», dice a JIT siempre con una sonrisa, sin una gota de prepotencia, porque habla con el desenfado de su edad. Al mismo tiempo, consciente de la responsabilidad que significa ser atleta dentro de una delegación cubana.

Jordan es entrenado por Ricardo Ponce y se iba a enfrentar este año a su primera gira por mítines de Europa entre adultos, pero una molestia en su pierna de despegue le hizo variar los planes y completar la preparación en casa.

Recuperado y de vuelta a los entrenamientos, eligió el Campeonato Nacional juvenil para retornar a la competencia, como única prueba antes de Lima, y el resultado no pudo ser mejor: récord nacional sub-20 con 17,49 metros.

«Pensamos saltar en Camagüey con cinco pasos de carrera de impulso por lo de la molestia y eso… pero cuando llegamos me sentí tan bien que preferimos hacerlo con siete», relata ahora sobre lo sucedido hace apenas unos días en la cita con los de su edad.

«El salto se me escapó… te digo en serio no pensaba en esa marca con siete pasos», añade luego y esta vez la risa es mucho más amplia.

Jordan reconoció que pensó ir luego por el récord del mundo de 17,50 metros del alemán Volker Mai, pero no salió y se rigió por lo previsto de ejecutar solo tres intentos.

«Esto me da confianza, confianza en mi estado, es decir en mi forma física», acepta y adelanta que en la capital peruana hará su competencia con la carrera completa, entre nueve y 11 pasos, y sabe que serán los estadounidenses los principales rivales.

La marca de 17,49 metros es la tercera mejor del año hasta el momento, solo superada por la increíble de 18,14 metros que el estadounidense Will Claye logró el pasado día 29, y la de 17,68 del también norteño Omar Craddock.

Este último, cuarto en el mundial de Beijing 2015, será una de las figuras más encumbradas de la disciplina en Lima y el hombre a derrotar en el camino hacia el oro.

Andy Díaz, quien tiene 17,40 metros como registro personal, es el otro escogido por Cuba para una prueba en la tradicionalmente abundan los buenos resultados en estas lides y son ocho las coronas conseguidas desde 1951.