La Habana.- EN UN partido de muchas "caras" y dramático en sus compases finales, Cuba venció hoy a Bulgaria y se clasificó para la final del III Campeonato Mundial de Naciones Emergentes de Balonmano.

Los alumnos de Luis Enrique Delisle vencieron a los europeos con pizarra de 39-36 goles, con un tiempo extra incluido, y se citaron por el oro ante los locales de Georgia para este domingo.

En el Palacio de los Deportes de Tiflis, la nave cubana se llevó la primera mitad con holgura de 20-14, jugando a sus anchas, pero luego cedieron 12-18 y debieron extenderse las acciones para obtener un ganador.

La ventaja se perdió, según apreciamos a través de la transmisión online del partido, por un noción de superioridad y confianza que se pasó de "rosca", aunque también debe señalarse que la defensa de la Isla no pudo detener reiterados ataques búlgaros desde las esquinas de la cancha.

Si el resultado no fue adverso para los cubanos se debió, en gran medida, a la labor general del portero Magnol Suárez, quien a falta de escasos segundos, y con el pleito 32-32, bloqueó un ataque que parecía "gol y medio".

En los 10 minutos del alargue, la tropa caribeña retomó el control del partido y sacó definitiva ventaja de 7-4.

Los más aportadores de puntos por Cuba fueron Reinier Taboada (11), Dariel García (9) y Omar Toledano (8), aunque el más valioso resultó Magnol.

Bulgaria dependió por mucho de Svetlin Dimitrov (15), secundado a distancia por Kristian Vasilev (8).

Este domingo, a las 20:00 hora local, los cubanos buscarán el título ante Georgia, ya que los anfitriones dispusieron en esta misma jornada de Gran Bretaña por 28-21.