La Habana.- AUNQUE de sorpresas y resultados inesperados se nutre el deporte, la lógica indica que el japonés Jun Mizutani será este martes un rival casi infranqueable para el cubano Andy Pereira, quien avanzó hoy al principal cuadro en la modalidad de individuales del Campeonato Mundial de Tenis de Mesa, que tiene por sede la capital de Hungría.
No es un pronóstico pesimista, solo una valoración que deja las cartas claras, pues es Mizutani una de las principales figuras del certamen, con una historia avalada, en primer lugar, por el bronce olímpico de Río 2016, y por otros buenos resultados en copas del orbe y torneos del circuito Pro Tour, por solo mencionar lo más importante.
Jugador de 29 años, zurdo, número 13 del ranking del planeta, con participación en 15 campeonatos del mundo y 880 partidos internacionales registrados, en los que exhibe un balance de 619 victorias y apenas 261 derrotas.
«Es un atleta muy inteligente, que cambia mucho los ritmos de juego», dijo sobre el nipón el presidente de la Federación Cubana de Tenis de Mesa, Bárbaro Oliva, quien desde la sala de Hungexpo elogió lo conseguido por Pereira hasta el momento.
«Jugó muy bien los dos partidos para ganar su grupo y luego para vencer en el cuadro eliminatorio al chileno Juan Lamadrid. Lo más importante es que logró acceder al cuadro de los 128 mejores del mundo», reconoció el también comisionado nacional, conocedor de la desventaja con que, en cuanto a fogueo, llegan los caribeños a este tipo de certámenes.
Andy también cumplió ya los 29 años, es un jugador zurdo y de ataque, e interviene ahora en su séptimo torneo de este tipo, pero todos sus anteriores resultados significativos se centran en llegar al cuadro principal, algo que volvió a conseguir esta vez. Tiene registrados 286 partidos internacionales y de ellos 197 han sido victorias.
El otro cubano en la lid húngara fue Jorge Moisés Campos, quien ya quedó fuera de competencias, pues tras liderar su pool fue derrotado en el cuadro eliminatorio por el sueco Truls Moregard.
Más allá de las acciones sobre las mesas, el torneo ha traído otras novedades para Cuba como la oficialización del patrocinio con la marca Stag para el vestuario, las conversaciones sostenidas con China para posibles bases de entrenamiento allí y la inclusión del TTX en la Isla.
«Es una modalidad de tenis de mesa en la playa que ya se hace popular en otros países y pudiera ayudar a popularizar el deporte en Cuba», comentó Oliva, quien en próximos intercambios con JIT ampliará detalles de este empeño.
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