La Habana.- LA XIV Universiada Nacional, celebrada en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV), en Santa Clara, agrupó durante una semana a más de mil 300 personas entre atletas, jueces, entrenadores y personal de apoyo de 12 disciplinas deportivas.

El evento mostró la buena salud del movimiento atlético universitario, sin que hablemos de la “octava maravilla” del mundo moderno. Devino, eso sí, en colofón de una fiesta vivida desde los juegos en las diferentes facultades del país hasta la cita multideportiva que aún se organiza cada dos años.

Una de las grandes novedades fue la inclusión oficial del béisbol cinco y el futsal para mujeres, así como la llegada del bádminton en calidad de exhibición.

La pelota a la mano, como se le conoce en la Isla desde hace lustros, se robó los titulares por su arrastre de público en cada jornada hacia el bello terreno pintado en áreas de la Facultad de Ciencias Agropecuarias. La lid contó, incluso, con jugadores de la preselección nacional.

Según Sergio Pérez, coordinador del Ministerio de Educación Superior (MES) para la nueva modalidad, al menos seis jugadores (incluidas dos mujeres) mostraron calidad suficiente para integrar futuras selecciones cubanas. Sin dudas, la prueba llegó para quedarse en las rutinas de los centros de altos estudios del país.

El futsal para féminas se disputó en el tabloncillo de la Facultad de Cultura Física de Santa Clara y recibió elogios por la calidad de los equipos participantes. Lindas gambetas, gran entrega y sobre todo goles marcaron el devenir de la justa. Prueba de los límites apreciados fue que una jugadora de la Universidad de Oriente, casi desmayada, marcó el gol que  aseguró la presea de bronce a su conjunto.

Varios deportes gozaron de excelente nivel, como el béisbol tradicional. En los terrenos habilitados se presentaron peloteros con experiencia en series nacionales, como el pinero Leonardo Urgellés, contratado hace algún tiempo en Japón.

La novena de Isla de la Juventud se llevó el título, algo lógico tras desembarcar con una nómina encabezada por la mayoría de los campeones nacionales en la pasada Serie Nacional Sub 23. Guantánamo y Camagüey le escoltaron en el podio, gracias también a la actuación de hombres con “carretera” en los clásicos domésticos.

En el ajedrez triunfaron maestros internacionales en cada sexo. En la lid varonil compitió un trío con más de 2300 puntos Elo, una sola muestra de la fuerza de un deporte de histórico arraigo en nuestras universidades.

El voleibol contó con varios exponentes del más reciente campeonato nacional de primera categoría. Además se dio el lujo de recibir de nuevo al Dr.C Ídolo Gilberto Herrera, uno de los mejores estrategas de la malla alta en la historia de Cuba. 

El futsal para hombres deparó un trepidante final de penales, en que la victoria correspondió por 4-3 a la Universidad de Pinar del Río frente a la de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo (UCCFD). Fue la lid que cerró con broche de oro el calendario.

La prestancia del arbitraje merece espacio también en estas líneas, máxime en la pelota y el futsal, al disponerse de profesionales con participación en series nacionales y de categoría internacional, respectivamente.

El evento que más sintió las ausencias fue el baloncesto, debido a la coincidencia del torneo con las ligas superiores. Lamentable tratándose de una de las grandes vedettes de estas fiestas.

Al esfuerzo organizativo se refirió José Barsinde Herrera, director de extensión universitaria del MES: « ha sido una Universiada de lujo, porque se repararon residencias estudiantiles, el tabloncillo de la Facultad de Cultura Física y otras instalaciones de la sede central».

Además «se garantizó una excelente alimentación y el plan de transportación previsto. El gobierno reforzó las rutas desde y hacia la UCLV. Todo salió como un reloj, a pesar de la lejanía de algunas instalaciones. La UCLV fue una dignísima sede».

Finalmente comentó: «El deporte universitario cubano es de nuevo tipo y trata de adecuarse a lo que sucede aquí y en el mundo. Por eso la inclusión de nuevas modalidades. Tratamos de que las convocadas a la Universiada se jueguen en todos los centros del país».

El respeto, la rivalidad y la alegría fueron protagonistas en una confrontación que en 2020 inundará los recintos de la educación superior en La Habana.