Cárdenas.- LA HABANA venció hoy en el torneo por equipos del Campeonato Nacional de Judo, rama femenina, lo que sumado al triunfo en la lid individual de este propio sexo le aseguró el primer lugar general.

En una situación dramática, por la presión de ganar en esta jornada, la escuadra capitalina se coronó en la pelea del cierre, cuando Daile Ojeda redujo por ippon en 24 segundos a la bisoña de solo 16 años Thalía Nariño, de Santiago de Cuba. En ese momento las acciones marchaban igualadas 2-2.

La final comenzó con el triunfo de la habanera Nahomys Acosta por ippon sobre la oriental L. Pomier en los 52 kg, pero luego la campeona nacional Arnaes Odelín logró igualar con éxito en el combate más extenso de las tres fechas (8:13 minutos) frente Thailien Castillo, en final repetida de los 57 kg.

La Habana se volvió a ir delante con sonrisa de Maiquenys Castillo en los 63 kg, por ippon a costa de Anisleidys Ur, mas la indómita Santa Virgen Romero niveló con éxito por Hansoku Make (descalificación) ante Brenda Molina, quien iba ganando por wazari.

En semifinales las chicas dirigidas por Jessica Monteagudo habían superado 3-2 a las holguineras, en marcador decidido por Acosta, Luaces y Ojeda.

En esa fase las santiagueras pasaron 3-2 sobre las guantanameras, en match marcado por la victoria de la novel Nairelis Fuentes (GTM), titular de los 70 kg, ante Santa Virgen Romero, reina en los 78 kg.

En esta competencia intervinieron 11 escuadras y Guantánamo y Holguín ganaron las medallas de bronce.

En la tabla mandó La Habana con balance metálico de 3-4-3, seguido de Santiago de Cuba (2-2-2) y Guantánamo (1-1-1).

Las giraldillas sumaron tres oros a lo hecho por el masculino, y con terna total de 4-5-6 dejaron en segundo puesto a Matanzas (4-1-2), elenco que solo pudo agregar un bronce por parte de las féminas. Santiago de Cuba (2-3-2) fue tercero.

En el cuadro de honor fue premiada Acosta como la atleta más destacada, Monteagudo como entrenadora y el matancero Leobel Pérez entre árbitros.

Monteagudo ponderó la actuación y disciplina de sus pupilas, después que los varones dejaran la pista muy caliente de cara al reto de ratificar la supremacía.

«Me siento muy satisfecha de que se nos reconozca, y no solo a mí, porque tenemos un colectivo pedagógico de mucho rigor, capaz de forjar buenas atletas y personas para el futuro», dijo emocionada tras recibir los premios.

«Las atletas se comportaron muy bien, se entregaron siempre, todo gracias al esfuerzo y sacrificio propio y de muchas personas», significó sobre una labor llevada a cabo por este colectivo técnico durante unos tres años.

«Las muchachas llegaron en muy buena forma física y técnica, eso es resultado de la aplicación de una metodología correcta», aseguró en torno a una labor exitosa que le permite validar la superioridad en el país.

Así culminó el certamen nacional, en una sede inusual fuera de las tradicionales cabeceras provinciales. Debe decirse que la instalación se engalanó y sus trabajadores brindaron una gran atención, pero su estructura no es la más idónea.

En cuanto a la calidad técnica y competitiva solo extrañar a las principales figuras, quienes siempre prestigian y animan las peleas en cada categoría.