La Habana.- LA RECIENTE liberación de 34 jugadores por parte de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), para que puedan ser firmados como amateurs en clubes de la Major League Baseball (MLB), resalta entre las noticias más importantes en lo que va del 2019 en nuestro país.
Esos talentos tendrán en poco tiempo la posibilidad de ser apreciados y hasta elegidos para desempeñarse en el mejor béisbol del mundo, con la seguridad de no arriesgar sus vidas en busca de tal propósito.
Ese es el principal logro del Acuerdo del 19 de diciembre de 2018 entre la MLB y la FCB: la naturalidad del proceso.
Los beisbolistas liberados ahora no solo optarán por el sistema de las Grandes Ligas, sino también por otros escalones identificados en los torneos del área. Eso debe redundar en el aumento sustancial de la calidad, tomando en cuenta la juventud y herramientas que poseen.
Entre los convocados destacan cuatro contratados ahora mismo en el béisbol profesional japonés, lo que implica que apenas concluya su pacto allí pueden pasar (o no) al circuito de la MLB. Ellos tienen experiencia en lides de rigor y esta opción les ofrece mayores horizontes.
Oscar Luis Colás, Ariel Martínez, Liván Moinelo y Raydel Martínez serán, seguramente, de los que más llamarán la atención de este primer grupo. Parecen estar listos para atraer a los observadores y hasta para firmar con alguna de las franquicias estadounidenses, sobre todo los lanzadores pinareños.
En el selecto listado, en el cual lógicamente cabían otros nombres, hay 14 que forman parte de la selección que a partir del próximo lunes cumplirá una base de preparación en condiciones de altura.
En ese listado existe mucho brillo y nombres como los de César Prieto, Andrés Hernández, Sergio Barthelemí, Yoelquis Guibert y Norge Carlos Vera se antojan interesantes en virtud de sus arsenales físico, técnico y táctico.
Otro aspecto positivo de la más reciente liberación es la inclusión de atletas que no han llegado a las series nacionales, pero con experiencia en torneos internacionales de las categorías menores. Sus nominaciones suman variedad al listado primigenio y ofrecen matices a los demandantes. Hablamos de prospectos como Loidel Chapellí, Narde Yadán Cruz, Carlos Emilio Pelegrín, Maykel Yordan García y Guillermo García.
La afición cubana no los conoce mucho quizás, pero destilan aptitud en muchos sentidos y han militado en selecciones nacionales juveniles. Comenzar su carrera entre mayores como jugadores de ligas foráneas aceleraría su crecimiento, aunque por ahora es solo una probabilidad.
Otros casos son menos mediáticos, como los cienfuegueros Daniel Pérez y Félix Rodríguez (junto a Prieto hicieron un buen trío ofensivo en la última serie nacional sub-23); el espirituano Geyser Cepeda, el capitalino Andy Rodríguez y el villaclareño Daniel Conde, mas poseen condiciones para impresionar.
Quizás sorprendan nombres como Diosbel Nápoles, Pavel Hernández, Raidmon Figueredo y Yeudis Reyes, lanzadores con números que no encandilan, pero poseedores de buena velocidad y “carretera” en nuestra lid doméstica.
El listado de 34 peloteros de 14 provincias (solo excluidas Artemisa y el municipio especial Isla de la Juventud) demuestra que el talento joven sigue intacto en el béisbol cubano. También que liberarlos es una vía adecuada para estimular esa erupción casi natural.
Esperemos que algunos tengan la oportunidad de ascender a la Gran Carpa y alimentar los sueños de otros.
Urge probar con ejemplos concretos la viabilidad del Acuerdo, de ahí probablemente la decisión de dar un paso que no era obligatorio por parte de la FCB, por más presión que se hubiera querido ejercer.
Hacer realidad el primer contrato parece ser condición básica para poder ajustar, en una tarea permanente, los conceptos y pasos que guiarán la relación recién fundada.
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