La Habana.- LA SANTIAGUERA Yaniela Forgas no teme enfrentarse cada día al complejo mundo del ajedrez. Para ella eso es habitual desde hace 18 años y lo asume como si fuera la más fácil de las profesiones.
Sin embargo, hablar de sus sueños, vivencias y del día a día en los entrenamientos… eso ya es otra cosa. Le teme a las grabadoras de la prensa, aunque sabe que es solo un “arma” para no perder ningún detalle de la conversación.
Yaniela acumula varias presencias en campeonatos nacionales de mayores, a los que llegó como uno de los talentos de la Isla, con premios en categorías juveniles y certámenes universitarios. Sin embargo, no fue hasta ahora, con una medalla de bronce, que se estrenó en sus podios.
«Creo que ahora soy una jugadora más madura», asegura como justificación de un éxito que le hace feliz a sus 27 años, pero sobre todo le lleva a plantearse nuevas metas.
Acerca de estos retos y las sensaciones vividas en el certamen que acogió la ciudad de Holguín, y con el mismo temor a las preguntas de la prensa, accedió a compartir unos minutos con JIT.
¿Hiciste algo diferente esta vez para lograr el resultado?
No hice nada diferente, estudié con la misma intensidad, pero me ayudó mucho que el año pasado hice una gira de varios torneos por España en la que jugué con muchos rivales de 2400-2500 Elo, incluso algunos de 2600 y creo que eso influyó mucho en el nivel que alcancé.
Más allá de la medalla, ¿qué te dejó el torneo?
Primero tengo que decir que fue bastante “cansón”… muchas partidas agotadoras. Pero estoy feliz porque se me dieron mucho mejor las aperturas con negras, salí bien de ellas y supe manejarlas mejor luego.
Todo lo contrario con las blancas, con esas pasé más trabajo esta vez.
¿Con cuál partida terminaste más satisfecha y con cuál no?
La partida con Yaniet (Marrero) creo que fue la más dura que gané y me gustó mucho por el plan que desarrollé, por la manera en que busqué el triunfo. Y la de Leancy (Fernández) fue lo peor… tuve en un momento una jugada que me daba ventaja decisiva y no me pasó ni por la mente… nunca la vi.
¿Por qué te dedicaste al ajedrez?
Entré solo por salir más temprano de la escuela, pero luego me fue gustando, además hice mucha empatía con mi entrenador, trabajó mucho conmigo, creo que porque me vio cualidades.
Compartes la vida con un Gran Maestro, el también santiaguero Lelys Martínez. ¿Es esa otra ventaja?
Por supuesto… (risas) Llevamos 13 años juntos, Lelys me entrena mucho, analizamos las partidas de los dos, jugamos muchas partidas rápidas, me aporta ideas, es parte de todo para mí y este triunfo es mucho de él.
¿Cambian las metas luego de este bronce?
Es fabuloso haber quedado tercera, pero claro que todo cambia, las metas para el año que viene son superiores… ya la mayor aspiración será ganar el torneo. Conseguir un resultado como este te crea ambición.
¿Y el sueño más allá?
Ser Gran Maestra es lo primero, pero no quiero quedarme ahí… obtener títulos entre hombres… ese el gran sueño que tengo.
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