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El voleibol lo hizo crecer
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Ayer la estatura, después el tope de la edad, no fueron impedimentos
para que Medina continuara abrazado al voleibol.
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Foto: Mónica Ramírez
La Habana (9 mar).- A ESTE hombre, que se enamoró muy joven del voleibol, su pequeña estatura le jugó una mala pasada; no obstante promovió con 13 años a la EIDE de Pinar del Río tras sus actuaciones en la Secundaria Básica donde estudiaba en Cabañas, en el Mariel, ahora municipio de Artemisa.
Asistió incluso a dos Juegos Escolares Nacionales (1966 y 1967) y a pesar de ello no se ilusionó, vislumbró su corto futuro como jugador y tempranamente eligió otros derroteros: árbitro y entrenador para lo cual sabía que la superación era insoslayable.
En 1967 se fue a la localidad de Jibacoa para hacerse profesor, en las serranías del Escambray, antiguo territorio de Las Villas y cuatro años después ya era un graduado de la entonces Escuela Superior de Educación Física (ESEF) Manuel “Piti” Fajardo.
Trabajó así en su pueblo natal como entrenador de voleibol y en las diferentes enseñanzas de la Educación Media General (Preuniversitario) hasta que en el 2011 lo nombraron comisionado provincial de lo que fue el territorio de La Habana.
Mientras, se preparaba como árbitro, alcanzando las categorías provincial y nacional, y en 1984 la internacional, y trabajaba en todos los eventos de primera categoría, juegos escolares y juveniles, ligas nacionales y en topes con otros países celebrados en Cuba, incursionando en playa de 1992 al 2000.
En el ámbito internacional desarrolló una intensa trayectoria desde 1984 que se extendió por 23 años. “Pitó” en eventos tan ilustres como los Juegos Olímpicos de Atenas´04, el Campeonato Mundial de Japón 2006, las Copas de Campeones 2005 y del Mundo 2007, los mundiales de Clubes en Brasil 1994 y de cadetes en Polonia 2003, Ligas Mundiales 2006 y ´07 y en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007.
Igual se extiende su experiencia en Juegos Juveniles de la Amistad, torneos de la NORCECA, clasificatorios olímpicos y mundiales, Copas Panamericanas y del Rey, el Montreux Máster, sudamericanos, universitarios y otro tipo de certámenes en varios países, cadena que se vio interrumpida solo por el límite de 55 años reglamentado por la FIVB.
Ayer la estatura, después el tope de la edad, no fueron impedimentos para que Medina continuara abrazado al voleibol gracias a su eterna pasión y a los deseos de ser útil en cualquier frente como el de comisionado nacional, al cual fue promovido el pasado año.
¿Qué te exige esta responsabilidad?
Más entrega, dedicación y exigencia; lo fui 15 años a nivel provincial, pero la diferencia es abismal y más en voleibol con tanta actividad competitiva y de superación constante. En esto último es donde creo que principalmente radican los éxitos del deporte cubano.
¿En qué ha incidido tu familia para cumplir con ella y los constantes eventos fuera de casa?
Hace 34 años que estoy casado con Luz Divina Casamayor Valdés, si no fuera por ella no sé si hubiera sido el árbitro que soy, su comprensión fue positiva en todo momento porque es difícil la vida complicada de competencia en competencia, lejos de tu gente, más cuando hay hijos, tengo dos, Oris de 33 años y Denis de 27, ambos fueron atletas, el mayor estuvo en la preselección nacional de judo y el otro practicó hockey sobre césped, era bueno, pero le gusta la medicina, se inclinó por técnico en laboratorio y estudia la licenciatura.
¿Por qué cambiaste lo de enseñar para convertir en árbitro?
Pude ser entrenador, en el corto tiempo que lo ejercí tuve buenos resultados, pero se necesitaba en mi provincia personal que impartiera justicia y Pedro Perdomo, quien era el comisionado en mi territorio, me embulló a participar en un curso a ese nivel y fui el primer expediente. Ahí empezó todo.
¿Alguna anécdota que no olvidas?
En un curso nacional en 1979 resulté el segundo expediente, no podíamos actuar como árbitro hasta dos años después, sí como juez de línea. En los Juegos Escolares del siguiente año se enfermó el segundo árbitro y me dieron esa función, cuando llega el responsable se opuso y arbitró él, eso era el rigor que había, no se podían violar los estatutos. Es muy importante actuar cuando se esté listo, es insalvable violar etapas en esta actividad y es bueno que los jóvenes lo interioricen.
¿En qué género te gusta más arbitrar?
Casi siempre fui a eventos de mujeres, Cuba tenía dos árbitros de puntería en aquel momento que la FIVB nominaba para los torneos masculinos y a mí me ubicaban en los de ellas, pero en el área de la NORCECA y en Liga Mundial trabajé con los hombres, realmente me gusta más trabajar los partidos de ellos, el juego es más rápido, exige mantener una alta concentración y es como un examen, después te sientes menos presionado en los de mujeres. Yo me preparaba para los eventos de la FIVB siempre con nuestros equipos varoniles, aunque también “pitaba” los juegos de entrenamiento con las alumnas de Eugenio George.
¿Admiras a algún jugador en particular?
A varios, en el femenino, sin establecer un orden, a Regla Torres, Mireya Luis, Magaly Carvajal, Josefina Capote y Regla Bell; en el masculino a Joel Despaigne, Idalberto Valdés, Abel Sarmiento, Lázaro Beltrán, Wilfredo León, Keibel Gutiérrez y Henry Bell.
Entrenadores tenemos muchos y muy buenos, entre ellos el mejor del siglo XX, George, para mi criterio tuvimos igual el más grande equipo femenino.
Tu opinión del arbitraje cubano actual.
Goza de muy buena salud, de los internacionales solo uno tiene más de 50 años; la estrategia es que se mantenga cantidad y calidad, pero lo más urgente es formar a las mujeres, a tono con el llamado de la FIVB y la NORCECA.
Cuba tuvo árbitros ante quienes debemos quitarnos el sombrero y traté de seguir su ejemplo como Andrés Hevia, Machito, por solo citar uno, fue el padre de nuestro arbitraje y una magnífica persona, sus consejos eran decisivos y sus seguidores siempre llegaron al éxito en su carrera. También José Sanler influyó en nosotros por su estilo, ética y maestría. Y lógicamente más árbitros calificados es un índice de que el país tiene fuerza en ese deporte, los buenos salen porque el voleibol en ese lugar tiene un alto nivel y esto lo prestigia.
¿Cómo enfrentaste la comunicación en inglés?
Como parlante del español y con poco tiempo para estudiar creo que no afronté problemas, tuve un profesor muy bueno que me enseñó muchos trucos, el inconveniente era que quería hablar muy rápido y se me
dificultaba la pronunciación. En los eventos, Paty Salvatore, de Estados Unidos, me ayudó a aprender frases idiomáticas para hablar más conciso, me obsequió discos y un libro muy bueno para diferenciar entre el inglés británico y el norteamericano. Los jóvenes deben tener muy en cuenta la necesidad del inglés.
¿Piensas que son necesarios otros cambios en las reglas?
Se han hecho ya demasiados, el voli es muy dinámico por su propia naturaleza, no son necesario tantos.
Creo que el rally point fue el cambio más importante que se necesitaba, así como que el entrenador se puede parar a dirigir y la introducción del líbero, los demás no los considero significativos. Algunos obedecen a preguntas y respuestas, es decir surgió el saque potente y fue liberado el primer toque, por ejemplo.
¿Qué más disfrutas en el voli?
He hecho las tres funciones, pero la que más disfruto es arbitrar por la responsabilidad, la entrega, las relaciones que estableces y sobre todo por la gran visión que te aporta para otras proyecciones dentro del deporte, y de todas las distinciones que he recibido la que más quiero es la de Educador Ejemplar con la efigie en el sello de nuestro José Martí. Eso lo abarca todo.
¿Qué cualidades deben caracterizar a un árbitro?
Además de sus cualidades con el silbato y sus decisiones para triunfar debe tener bien desarrollados valores como disciplina, honestidad, justeza, firmeza, educador, comprensión, y sobre todo saber ser padre y amigo en todo momento.
¿Qué te falta por lograr?
Llegar a Instructor a nivel de NORCECA y la FIVB, y sigo preparándome porque mi vocación es enseñar. He impartido muchos cursos de formación y actualización de árbitros, los evalúo en competencias nacionales y provinciales, así como clínicas a entrenadores sobre las reglas de juego.
En un año de Juegos Olímpicos, ¿que piensas sucederá en Londres?
Creo que como evento de clasificación por continentes hay buenos equipos que no pueden asistir, por ejemplo de Europa se quedan fuera varias selecciones de nivel, pero siempre entre seis conjuntos hay una lucha tremenda por ganar. De cualquier forma una cita estival siempre es atractiva y muestra una gran calidad.
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