HORA DE CUBA: 04:51 AM

Publicación del Instituto Nacional de
Deportes, Educación Física
y Recreación INDER
DOMINGO 5
MAYO, 2024
Visitas: 5557 Usuarios activos: 1696
La Habana
Año 66 de la Revolución
Enrique Penabella Lugo
Maestro de armas
Reconocido maestro de una pléyade de excelsos “mosqueteros”, se enfunda en el traje de atleta que lo encumbró y responde sobre su obra, toque a toque, aunque recalca que el verdadero valor que encierra su corazón es la alegría de pertenecer a un pueblo de grandes.

Por: Tony Díaz Susavila
(antonio.diaz@inder.gob.cu)
lunes, 8 de julio de 2013

Trayectoria...
Atleta olímpico en Tokio’64, ganó bronce por equipos en florete en los V Juegos Panamericanos de Winnipeg’67, y en los de Cali’71 obtuvo oro por equipos en sable y plata por equipos en florete. Participó en tres Juegos Centroamericanos: Kingston’62, San Juan’66 y Panamá’70.
En la actualidad...
Retirado, se dedica por completo a la familia, aunque la nostalgia le hace ir al tradicional Torneo Villa de La Habana y sitios donde el cruce de armas le traslada a sus días de sacrificio y gloria.

La Habana ( 8 jul).- LOCUAZ, Enrique Penabella aún muestra reflejos que le permitieron brillar en pistas diversas del planeta.

De mediana estatura (1,57 m), el hoy abuelo de 74 años (24 de noviembre de 1938) tiene un familiar y perenne combate: una pequeña nieta de dos años que le gana asalto tras asalto, sin necesidad de tomar un arma.

Espera pacientemente para contarle de sus días sobre el legendario buque “Cerro Pelado”, la proeza de competir asediado por anticubanos en San Juan, Puerto Rico, en 1966, las medallas conquistadas lo mismo en florete que en espada o sable, o la despedida de la esgrima, su amor de siempre.

Reconocido maestro de una pléyade de excelsos “mosqueteros”, Penabella, como todos le llaman, se enfunda en el traje de atleta que lo encumbró y responde a los lectores de JIT sobre su obra, toque a toque, aunque recalca que el verdadero valor que encierra su corazón es la alegría de pertenecer a un pueblo de grandes.

¿Por qué la esgrima?

Me viene de familia. Mi padre Enrique Penabella Pagés me la inculcó. Posiblemente Ramón Fonst y él hayan sido las más importantes figuras de la esgrima cubana de antaño.

Nacido en Guantánamo, papá estuvo destacado en España y en las Filipinas, hasta que se radicó en La Habana.

Sucede que el abuelo era Teniente Coronel de la Guardia Civil Española y estuvo en Guantánamo largo tiempo.

Tenía muchas relaciones en España y por ello entregó a su hijo, mi padre, al profesor de esgrima Don Pedro Carbonell, quien también enseñó al Rey Alfonso.

¿Conoció a Fonst?

Cuando todavía era un niño. Después me presidió varios combates. Yo me crié prácticamente en una sala de esgrima, en la Asociación de Reporteros (Círculo de Periodistas de Cuba), que estaba en Centro Habana. En el tercer piso, donde tenía mi padre su sala de entrenamiento, Fonst iba con bastante frecuencia.

¿Tuvo asaltos su padre con el gran campeón olímpico?

Ellos eran muy amigos, se querían, respetaban y ayudaban a todo el que tuviera alma de esgrimista, pero jamás vi que se enfrentaran.

¿Enseñó su padre a otros atletas de renombre?

A varios, pero el que más destacó fue Jorge Agostini, que era mi padrino y muy amigo de Fonst.

¿Cómo era entonces?

La esgrima era un deporte de clase y donde más se practicaba era aquí, en La Habana. En aquella época se competía en las categorías novicio, junior y senior. Comencé en 1957, cuando me hice senior en florete y sable, y un año después lo logré en espada.

Mis dos armas preferidas siempre fueron el florete y el sable, pero la más creativa, para mí, fue el sable.

¿Tuvo la oportunidad entonces de cruzar armas con foráneos?

Nada de eso. Mi primera competencia internacional fue después del triunfo de la Revolución. En 1959 quedaron aquí muy pocos esgrimistas. Con los que no nos fuimos se hizo una preselección para participar en los Juegos Centroamericanos de Jamaica’62, y entrenamos en el frontón de Concordia y Lucena, en La Habana, e hice el equipo.

¿Cómo le fue en ese debut internacional?

Gané plata por equipos en sable y florete. Fue una buena competencia para todos en general. Nos sirvió para iniciarnos. Casi ninguno poseía experiencia en campeonatos en el exterior.

¿Y después?

Tuve muy buenos profesores en los hermanos húngaros Georgi y Andre Paloz. Fueron de los primeros técnicos del campo socialista que vinieron junto a uno soviético cuyo nombre no recuerdo. Aprendimos mucho y los resultados se vieron en los siguientes Juegos Centroamericanos y del Caribe, en 1966 en San Juan, Puerto Rico.

Allí perdí las medallas de oro en florete y sable individual, con los cubanos Luis Alfredo Morales y Miguel Ilazábal, mis compañeros que pocas veces me habían derrotado aquí. Ambos fueron por la diferencia de un golpe, perdí 4-5 en las dos.

Yo había sido 11 veces campeón nacional en sable y nueve en florete de manera ininterrumpida. Y ocurrió algo interesante: el quinto golpe que me dio Mike (Miguel) nadie lo vio y yo levanté la mano para que el árbitro lo marcara. Ese acto de honestidad me valió su eterna amistad y el reconocimiento de mis compañeros.

Me hubiera sentido mal si no hubiera sido así. Ganar es cuando uno lo ha merecido. Que te regalen un asalto es impropio de alguien que respete al deporte.

¿Cómo fue el retiro?

Traumático, como para todo atleta. Cuando llegó, en 1971, pasé a entrenador de la selección nacional, pero entré en contradicciones con la Comisión y me fui a la base. Entonces trabajé en el Centro Deportivo Camilo Cienfuegos, con categorías pequeñas fundamentalmente.

Estudios…

Hice tres años de periodismo en la escuela Manuel Márquez Sterling, pero pudo más el deporte. Esa es una decisión que siempre he valorado como mala, pues debí hacer por los dos. Me gusta mucho el periodismo.

Familia…

Tengo dos hijos. El varón fue esgrimista y se hizo ingeniero, pero un accidente lo alejó, y la hembra es licenciada en Cultura Física, aunque nunca ejerció como tal.

¿Cómo ve la esgrima cubana hoy?

Mal. Debo ser honesto con el deporte que me dio tanta alegría. Quiero opinar lo necesario. Con la falta de armamento que tenemos es difícil preparar a un deportista. A ello súmale que por esa y otras razones tienen pocos asaltos. Creo que esto resume la respuesta a tu pregunta.

¿Y actualmente qué hace?

Como te dije tengo un familiar combate diario. Esa nieta que me dio la vida, como el varón, me absorben todo el tiempo. Espero que de ellos salgan si no buenos atletas, sí excelentes seres humanos. Quiero que sean buenos cubanos.





married and want to cheat reasons why women cheat why do husbands cheat
click here why wives cheat on husbands wife cheated
why women cheat in relationships click here husband cheat
reasons wives cheat on their husbands click I cheated on my husband
natural abortion pill home abortion methods medical abortion pill online
all wives cheat reasons women cheat why do husbands cheat
I cheated on my wife click here women looking to cheat
reasons married men cheat click love affairs with married men
bystolic discount coupon site daliresp patient assistance
bystolic discount coupon daliresp patient assistance
aspiration abortion cost open how to get the abortion pill
ÚLTIMAS NOTICIAS
Rodolfo Puente Zamora
 
Diagnóstico de recreación física comunitaria
(12-05-2022)
PUBLICACIONES EN INTERNET
Granma | Juventud Rebelde | Trabajadores | Cubadebate | AIN | Prensa Latina | Opciones | CubaSi | Cubahora | Cubaperiodistas
ISSN 1027 - 3905 email: jit@inder.gob.cu
DIRECTOR Rudens Tembrás Arcia JEFE DE FOTOGRAFIA Roberto Morejón. ADMINISTRACION Miguel Lázaro Galbán Álvarez
CONCEPCION VISUAL Kalman Aguilar Fait DESARROLLO DIGITAL CINID. CORRECCION Adiasel Pérez Nines REDACCION Y ADMINISTRACION Vía Blanca y Boyeros, Cerro, La Habana.
Teléfonos (537) 6487084 y (537) 6406838 EDICION Dirección de Prensa y Propaganda del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) ESTADISTICAS Centro de Investigación e
Informática del Deporte (CINID)